—¿Mmmm? Que rico huele...
Un olor de comida me hizo despertar. Bostece con algo de sueño, ya que según la iluminación de la ventana, apenas estaba amaneciendo.
—¿Quien estará cocinando? —pregunte, levantándome de la cama dispuesto a ir a revisar— Meliodas no puede ser... quizás es Merlín...
Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, y ahí, cocinando como si nada, estaba quien menos esperaba.
El borracho del día anterior.
—¿Ban?
—¿Eh? —el peliplata volteo a verme confundido— ¿Quien eres?
—Harlequin... pero puedes decirme King. Creo que seremos compañeros —por alguna razón se me quedó viendo unos segundos, como intentando recordar— ¿Pasa algo?
—No... —y volvió a centrarse en lo que estaba haciendo. Me acerque, y con toda sinceridad, no había olido un estofado tan rico en mis muchos años de vida.
—Y yo que pensaba que aquí nadie sabría cocinar —dije en un tono divertido— Al menos supongo que no tendremos que sobrevivir con la comida de Meliodas.
—Ya van dos personas que me han dicho que cocina mal... ¿Tan serio es el caso?
—No tienes idea... —susurro con escalofríos por recordarlo— Por cierto, ¿No estabas borracho?
—Ah, si... pero ya se me pasó —su tono despreocupado me hizo darme cuenta que en verdad no mentía— ¿Quieres ir a ordenar la mesa? No quiero que ensucien más cosas de la cuenta.
—No hay problema.
Fui a tomar unos platos y empecé a colocarlos frente a los asientos, quedando cuatro para poder comer. Una vez termine mi labor, el sonido de pisadas desde la escalera me hizo voltear a ver, notando como cierto rubio bajaba somnoliento.
—Buenos días, King... —saludo con una sonrisa— ¿Dormiste bien?
—Meliodas... —ante mi falta de respuesta, soltó un suspiro, pero rápidamente se recompuso. Vaya bipolar.
—¿Estabas cocinando? Huele muy bien.
—¡De hecho lo estoy haciendo yo! —grito Ban desde la cocina, yo solo me reí por eso— Ve sentandote, y dile a... ¿Merlín? que venga a comer también.
—Yo he estado aquí desde hace rato —la voz de la mujer, quien estaba sentada en una de las sillas, nos hizo asustar a los tres.
—Dios... casi me da un infarto —me agarre el pecho, y pude ver cómo sonrió ante eso.
—He de admitir que el olor es agradable, ya era momento de comer algo decente —la pelinegra hizo aparecer un libro de la nada, empezando a leerlo— No esperen que sirva la comida.
—Ya que Ban se encargó de cocinar, supongo que yo me encargo de eso —propuse ansioso por comer
—¿Puedo ayudarte, King? —Meliodas me preguntó, yo lo miré por unos segundos, pero antes de responder me interrumpieron.
—El chaparro se encargó de poner la mesa, tú encárgate de servir —lo mire mal por lo de "chaparro" pero asentí algo de acuerdo, aunque me fije como Meliodas lo miraba mal.
—Ya que... bueno, pueden tomar asiento... —dijo suspirando el rubio.
***
—Ufff, estuvo riquísimo... —susurro el hada satisfecho— ¿Dónde estuviste toda mi vida, poste?
—¿Te dolió lo de chaparro? —pregunto burlón por el apodo, pero no recibió respuesta— ¿No quieres más?
—No gracias, ya estoy lleno...
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Reencarnado en King (Yaoi)
Random¿Crees en las reencarnaciones? Puede sonar una pregunta algo tabú, y más si quizás eres de una cierta religión. Para mí, la respuesta era más que obvia: Es imposible reencarnar después de morir. Sin embargo, después de vivirlo en carne propia, no c...