Soy una Ardilla en el Apocalipsis

Capitulo #126. Trampa (1).

La voz repentina de Gael provocó que la vergonzosa atmósfera se calmara, Daisy al igual que el resto de personas presentes voltearon a ver al preocupado secretario que irrumpió en la cena.

Con el rostro un tanto ansioso de Gael así como las palabras que acababa de soltar ya a nadie le importaba el drama que hasta hace poco sucedió en la mesa con Desmond, Derek y Daisy como protagonistas.

"¿Qué sucedió, Gael?", Analía fue la primera en hablar, ella se paró rápidamente haciéndole señas al secretario de que se sentará.

"Lo siento mi señora, no hay tiempo que perder", Gael se secó el sudor de la frente, "un miembro de la congregación Molar está en las puertas de la mansión exigiendo justicia amenazando con hacer un ataque si no se le da respuesta inmediata".

"¡¿Congregación Molar?!", Lauro, Ponce y Javier fruncieron el ceño, "¿qué hace una persona de una facción poderosa aquí?", Ponce murmuró para sí mismo, sin embargo, todos lo escucharon.

César, Elena y Regina rápidamente hicieron memoria, en las facciones que Leo les había contando, la congregación Molar se encontraba entre las más grandes e influyentes de la capital, ellos al igual que el resto fruncieron el ceño, la corazonada de que algo grande pronto iba a suceder les dio dolor de cabeza.

"Oh, una sorpresa, no pensé que serían ellos los que vendrían, Gael, exactamente a qué 'justicia' se refieren, nuestra familia no les debe nada que yo recuerde", Desmond sonrió ignorando la atmósfera tensa, su mano tenía una copa de vino la cuál movía suavemente sin ningún signo de pánico.

"Respecto a eso señor...", Gael desvió la mirada un poco incómodo, su vista se posó de reojo en Daisy como si no pudiera evitarlo, "Dicen que una mujer pelirroja que acompaña al joven maestro es la asesina de una de sus gentes, piden a la familia Alves que la entreguen, de lo contrario al resguardar a un asesino que rompió las reglas dentro de las puertas, no tendrán otra opción que atacar para llevarlos al gobierno".

"¿Ja?", César no pudo evitarlo, dejó salir una exclamación sarcástica con ira, a su lado el rostro de Elena y Regina no eran muy diferentes.

Era imposible para ellos creer que Daisy era la culpable de algo así, les resultaba más ridículo aún las palabras que decían esos sujetos como si estuvieran completamente seguros de que tenían la razón.

Los tres, al igual que Hugo que también estaba presente, iban a volver a hablar en nombre de Daisy, sin embargo, pronto el sonido de Derek golpeando suavemente la mesa les llamó la atención.

Derek tenía un rostro tranquilo, pero para aquellos que lo conocían notaron fácilmente las llamaradas de ira que se escondían en sus pupilas, él dejó suavemente su copa en la mesa, "Los invitados de honor llegaron a una hora inesperada, sólo tenemos que cumplir los modales de acuerdo a la etiqueta, como debería de ser", él se paró lentamente de su asiento, su rostro formó una pequeña sonrisa un poco malévola.

Daisy, Elena, César y Regina abrieron sus ojos sorprendidos, pero estos rápidamente reajustaron su expresión y regresaron a su actitud 'preocupada' de antes.

Hugo sigilosamente se reincorporo a su posición de antes, Leo a su lado le sonrió alegremente, 'jajaja, tonto', eso decía su rostro.

"Señor debe haber un malentendido, Daisy no es capaz de hacer algo así", Ana la cuál realmente estaba preocupada no pudo evitar hablar.

Antonio a su lado tomó su mano, un tanto incómodo volteando a ver entre su abuela y Derek de un lado a otro, él sentía que había un asunto secreto que su abuela no sabía.

"Lo lamento mucho, también siento que hay algo raro aquí, pero eso mismo dijo el visitante, también... dice tener pruebas", Gael se notó un poco avergonzado.