Soy una Ardilla en el Apocalipsis

Capitulo 133. Gremio (3).

Derek en compañía de Daisy, César y John regresaron a la mansión Alves, al final todos los trámites habían terminado, lo único que quedaba pendiente era decidir un nombre para el gremio.

Una vez anunciado oficialmente por parte del gobierno y Federico, el trabajo de reclutamiento para cada función dentro del gremio iniciaría, así como la búsqueda de seres fuertes como los primeros exploradores.

En esto último, Derek no tenía preocupación, después de todo ya tenía personas fuertes a su lado, el problema era encontrar seres de confianza para el trabajo administrativo.

En un principio cuando el gremio fuera pequeño no habría problema, ellos mismos podrían administrarlo, pero una vez que la fama aumentará y por ende los exploradores y cazadores bajo su mando también, sería necesario contratar personal específico.

Federico no mentía al decir que los gremios serían las nuevas 'empresas'.

Una nueva forma de mover la economía, bajo un sistema diferente y no convencional.

No quedaba de otra más que adaptarse a las habilidades sobrenaturales así como el entorno rústico y extremadamente peligroso que ahora los rodeaba.

Volver a las épocas en dónde el ser humano solo confiaba en sus habilidades manuales como sentidos de un animal perteneciente a la naturaleza, sin ayuda de la tecnología.

Por lo menos hasta que se encuentre una manera de volver a producir energía que pueda volver a poner en marcha la producción y la manufactura de la anterior industria globalizada.

Sin embargo, aún si se tuviera la energía para poner en marcha las máquinas y artefactos, eso no era necesario para calmar a la gente, después de todo, lo primordial ante todo aún no se resolvía.

El alimento.

Animales desde domésticos hasta de granja convertidos en monstruos carnívoros, plantas mutadas cuyas semillas solo germinarán en monstruos igual o peores.

El mundo postapocalíptico golpeó dónde más dolía para los seres humanos, como una especie altamente poblada y acostumbrada a conseguir el alimento en un mundo moderno, al quitarles la agricultura, era equivalente a arrancarles ¾ de su supervivencia.

Sin agricultura y grano, el ser humano estaba indefenso.

Actualmente los supervivientes en la capital aún estaban bajo control, sin embargo, una vez que el hambre llegué a alturas mayores la organización humana colapsara por completo.

Con el pánico, miedo, y frustración de las masas, la anarquía sería la respuesta, provocando el derrumbe del poco orden generando caos y destrucción entre los propios individuos.

Los seres humanos como unos de los animales más frágiles y débiles de la cadena alimenticia si les quitas las máquinas que los adornan, necesitaban estar más que nunca organizados, no, estaban obligados a estarlo, ya que solo así se podría sobrevivir.

"Federico va en serio, algo que nunca cambió de él fue su disposición hacia la gente y el pueblo", John mencionó tomando el abrigo de Derek en sus manos.

"Él debe de saberlo muy bien, no sirve de nada solo darle comida a las personas, tarde o temprano, por más grandes que hubieran sido, las reservas se acabarán", Derek contestó.

"Supongo que también se puede aplicar aquí la frase, 'no solo des el pez, sino también, enseña a pescar'", César dijo, frotando sus manos frías para generar calor.

"Ciertamente", Daisy asintió en acuerdo.

Con el sistema de puntos, la gente común que no se volviera explorador o cazador tendría que comprar usando su trabajo dentro de las puertas para ello, habría una labor tanto para los trabajadores del gremio como para los que no.