El silencio se apoderó de la pequeña habitación, Junio y Julio sin darse cuenta tragaron saliva al unísono, las palabras de preocupación que tenían preparadas en la boca se quedaron atoradas en la garganta.
Estaban preparados para encontrar algún pariente desconocido de su jefe, incluso consideraron un hijo perdido, pero ahora con la confirmación de Nicandro, de todas maneras estaban sorprendidos.
"...Un hijo, el jefe tiene un hijo..", Julio repitió en trance.
"....Oh.. oh, OH, ¡OH!", por otra parte, Junio ya había reaccionado, "¿Un pequeño jefecito?, ¡dios santo!, ¿cuántos años tiene?, debería ser todavía menor ¿verdad?, ¿es lindo?, ¿o heredó el carácter del demonio del jefe?"
En situaciones normales, Julio ya hubiera golpeado a Junio, sin embargo, está vez él también estaba conmocionado y emocionado como para preocuparse por su hermano.
Nicandro ignoró el parloteo de Junio, su mirada reflejó un poco de impotencia, en el pasado jamás imaginó que un día tendría una sorpresa así.
"Jefe, jefe, ¿jefe?", Junio siguió insistiendo.
"...Sigue siendo un adolescente... y parece que tiene un buen carácter", Nicandro habló en tono bajo.
La mirada del chico apaciguando suavemente a otro niño con un rostro gentil le vino a la mente... definitivamente el niño no se parecía mucho a él, si no fuera por su habilidad, le hubiera costado un poco saber de su relación biológica.
"¡Ooh!", Julio y Junio exclamaron al mismo tiempo, estaban tan emocionados que no se percataron del estado letárgico de su jefe.
Nicandro se sentía apagado, después de la sorpresa inicial de conocer este hecho, haciendo memoria y repasando todos los acontecimientos desde su juventud, él tenía un revoltijo de emociones en su pecho, no, mejor dicho...
Un nudo de tristeza y arrepentimiento.
'Lo sabía... sabía que no debía confiar en esa perra', Nicandro apretó lo dientes con ira, él no sabía si la ira en su interior estaba dirigida a la mujer que le mintió, o hacia el mismo por haber sido tan débil y tonto.
Si hubiera dudado más, si tan solo en esos momentos no fuera un enclenque sin poder, tal vez... tal vez...
Su hijo hubiera crecido a su lado.
No estaría más de diez años después conociendo a su propia descendencia, con la impotencia y tristeza de no saber nada sobre cómo era su hijo y mucho menos si creció feliz.
"¿Feliz?", Nicandro murmuró con una risa de auto burla, 'en primer lugar, ¿qué puedo darle yo como padre a ese niño?'
Le faltaban muchas cosas como ser humano, con el camino que tomó, posiblemente sólo embarcaría a su hijo en un mar de peligro.
Tuvo una vida difícil, nunca le importó nada y a su lado solo estaban esos dos mocosos que también pertenecían a su mundo y no sabían vivir como buenas personas.
Por ello nunca dudo, tampoco le interesaba lo que otros dijeran o pensaran de él, simplemente, usaría cualquier ruta para llegar a su objetivo.
Sin embargo...
Él, un ser humano sucio y despreciable, con muchas faltas y gran odio acumulado por parte de otros... ¿cómo podía acercarse a su hijo siendo así?
Nicandro apretó los puños con ganas de maldecir con gritos, si hubiera sabido que tenía un hijo del cuál hacerse responsable un poco antes, ¡posiblemente no estaría tan sucio!, o mejor dicho... ¡se hubiera cambiado al camino recto con antelación!
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Soy una Ardilla en el Apocalipsis
FantasyMairena, después de morir de una manera realmente tonta y vergonzosa, se da cuenta que el limbo para ir al cielo no es como ella pensaba, lo primero que aparece ante ella es... ¿esponjosidad? Esta es la historia de una chica que no solo tuvo la mala...