"Entonces, ¿me estás diciendo que tienes un arma para mí?".
Elena ordenó uno de sus mechones rebeldes sobre su frente, a diferencia de antes las cicatrices en su piel estaban prácticamente curadas, ahora ella vestía de forma ordenada y tenía su cabello completamente recogido en un moño.
Ella daba la sensación de ser alguien ordenada y pulcra, cosa totalmente diferente a su anterior apodo de mujer loca en ciudad Mónica.
'De alguna manera, desprenden un aire muy parecido', Daisy pensó, definitivamente el abanico desplegable era parecido a Elena.
En la superficie lucían tranquilos, sin embargo... no deberías ofenderlos.
Ciertamente estaba intentando zafarse del interrogatorio de Derek, pero Daisy no mentía al decir sus malas sospechas del abanico, de alguna forma, este le daba muy mala espina a Daisy y sentía que si no se lo entregaba a Elena sufriría mucho después.
'Supongo que siente que su portadora está cerca, entonces, ¿si el látigo no reacciona quiere decir que su dueño no está en la capital?', Daisy sacó la estatua de su madriguera mientras pensaba en esto.
La adolescente tallada en mármol hizo que los mellizos que también estaban en el lugar soltaran sonidos de admiración, "Woow".
Elena abrió sus ojos con asombro, su boca no pudo evitar abrirse dejando salir un pequeño jadeo, sin embargo, ella pronto movió su vista hacia el abanico de bambú en manos de la chica y recompuso su expresión.
"Reaccionaste más de lo que pensaba, antes ya habías visto otra estatua, creí que no te asombrarías", Derek comentó.
"No, quiero decir, simplemente pensé que en el mundo hay tantas coincidencias increíbles", Elena sonrió débilmente.
"¿Coincidencias?", Daisy levantó una ceja con un evidente tono de duda.
"Si, mi memoria de esos tiempos está un poco borrosa, pero en cuanto vi está estatua, automáticamente recordé ese momento, supongo que sus figuras son un poco parecidas así que mi cerebro lo trajo a mi mente", Elena tocó con su palma la superficie de la estatua, ella sabía que era imposible ver por debajo del velo la cara de la chica, pero aún así, no apartó su vista del rostro de la adolescente.
"Entonces, ¿estás diciendo que una vez conociste a alguien que se parece a la chica de la estatua?", Daisy al igual que Elena se interesó más por la adolescente tallada.
"Técnicamente no la conocí, por lo menos no en vida", Elena volteó a mirar a sus dos hijos que también estaban sumamente interesados en la conversación, ella rio un poco para después seguir, "Saben, mi madre fue criada por sus abuelos, incluso convivió en su infancia con sus bisabuelos".
Sin embargo, el tiempo que pasaron juntos fue corto, el hecho de poder conocer y convivir con tus bisabuelos ya era algo increíble, Elena pensó, más no lo dijo a los presentes.
"Es una anécdota de cuando yo era pequeña, mi madre me contó una de sus aventuras que fue motivo de risas durante mucho tiempo en la familia", la voz de Elena se volvió más suave de lo habitual, como si ella estuviera recordando dulces momentos, "Ella una vez creyó que mi tatarabuelo tenía un amor no correspondido y amante, pero aún así terminó casándose con mi tatarabuela, por lo que reclamó indignada al resto de la familia que él siguiera suspirando por otra persona aún cuando mi tatarabuela todavía no había partido".
Hubo una temporada en la que siempre que su madre iba a saludar a su bisabuelo, lo encontraba mirando tristemente una foto antigua y desgastada de una joven mientras suspiraba, cuando ella conoció la apariencia joven de su bisabuela en otra fotografía, se dio cuenta que no era ella, así que terminó haciendo un escándalo.
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Soy una Ardilla en el Apocalipsis
FantasiMairena, después de morir de una manera realmente tonta y vergonzosa, se da cuenta que el limbo para ir al cielo no es como ella pensaba, lo primero que aparece ante ella es... ¿esponjosidad? Esta es la historia de una chica que no solo tuvo la mala...