Wyatt: Hola, isa ¿Podemos hablar contigo? - Preguntó cuidadosamente, a lo que yo les asentí.
Isabella: Claro, ¿Pasa algo? - Empecé a ponerme ansiosa, supuse de inmediato que si me hablaban era por una emergencia, pero al parecer no era así.
Wyatt: Solo queríamos disculparnos. - Empezó, tomándome por sorpresa.
Willa: Si... Debimos entender que solo seguiste tu primer instinto, tenías razón, los alienígenas no son malos, de hecho son muy buenos. - Volteó su mirada a la alienígena de pelo corto, con la cual aparentaba tener algo.
Isabella: Está bien chicos, supongo que también fue mi culpa, ustedes buscaban a alguien que los defendiera pese a todo, pero, en cuanto tuve que elegir lo hice sin pensar, y no se merecían eso. Tuve que intentar calmarlos y no elegir un bando. - Les contesté calmada y muy apenada.
Wynter: Creo que, nos dolió saber que nunca seríamos tan importantes para ti como lo es tu familia zombie. - Bajó la mirada, yo me gire a dejar mi vaso antes de volver a hablarles seriamente.
Isabella: Chicos, todos ustedes son mi familia, jamás podría separar a los necrodopulus de mi manada, todos ustedes son lo más importante para mí, creo que ... Todos siempre serán mi manada. Y lamento no haber hablado de esto con ustedes, quería darles tiempo, pero, sé que debí haberlo explicado antes de eso. - Afirmé, estaba hablando desde el fondo de mi corazón, y esperaba que ellos entendieran que todos teníamos un poco de la culpa en esto.
Mi cabeza empezaba a ir a mil por hora mientras esperaba que alguno dijera algo más, pero nadie lo hizo, solo sentí una presión a mi alrededor, enseguida reconocí que era, ¡Era Wynter! Estaba abrazándome, me había perdonado...
Al segundo de que le correspondería el abrazo, Willa nos abrazó también, para que luego nos abracé otro lobo, y otro, y otro más, hasta que ya toda la manada de adolescentes había perdonado y abrazado a la pelirroja, bueno, todos aceptó uno.
Isabella: Wyatt, yo... - Empecé a hablar intentando encontrar las palabras correctas para dirigirme a él, ya que al ser mi pareja, era obvio que le sentaría aún peor saber que no los elegí, pero hablar no fue necesario.
En cuestión de segundos, mi lobito me había tomado por la cintura para acercarme hasta el y besar mis labios con pasión y amor, hasta que me tiró para atrás sin dejarme caer, y, sobre todo, sin dejar de besarme, al menos hasta que volvimos a estar horizontales, dónde nos separamos con una sonrisa en los labios, no nos separamos, ninguno quería volver a estar separado el uno del otro.
Ese momento romántico obviamente fue interrumpido, la manada empezó a aplaudir, chiflar y gritar, obviamente burlándose, pero ambos estábamos tan metidos en nuestro propio país de las maravillas, tan así, que ni siquiera escuchábamos el resto del ruido, solo con nuestro oído de lobo, oiamos el corazón del otro, era el sonido más relájate existente para ellos.
La noche pasó entre risas y bailes, pero luego pasó una semana, luego meses hasta que ya solo quedaba una semana para ir a la universidad, dónde, por suerte, muchos de los lobos se irían con ella, aún que algunos prefirieron quedarse con la manada, ahora era el deber de los lobos proteger a Seabrook, el hogar de su alfa.
Cómo muchos lobos, y personas extrañarían a los adolescentes, quisieron organizarles una fiesta de despedida, ahora mismo estaban en ciudad Zombie, había un gran cártel de "Los extrañaremos", tambien algunos globos y un poco de comida variada.
Los cachorros jugaban con sus amigos, los padres hablaban entre todos, yo solo estaba parada en una esquina viendo como Wyatt jugaba con algunos amigos de Zoey, no podía evitar sonreír ante esa imagen.
Estaba tomando un vaso de ponche, cuando sentí otra presencia a mi lado, al voltear, logré ver a Wanda, la abuela de mi novio.
Wanda: ¿Sabés? Creo que ya entendí porque te negabas tanto a ser nuestra alfa en un principio. - Empezó su narración sin quitar los ojos de la fiesta.
Isabella: ¿En serio? Ilumineme. - Le contesté con sarcasmo.
Wanda: Ellos no solo son tus amigos, también son tu manada e incluso antes de ser lobo, tu ya eras el alfa de tu propia manada. - La miré con confusión, hasta que ví el lugar en donde ella clavaba la mirada, eran los zombies, animadores y Addison. - Tu los proteges y los unes, eso hace un verdadero alfa, ya sean lobos o no.
Isabella: Woh... No puedo creer que no siempre sea tan ortiva. - Le contesté con burla, aún que, ambas sabíamos que creía en lo que decía, siempre había sentido la necesidad de proteger a mis amigos, incluso antes de que lo sean.
Ella soltó una risa suave, la primer risa verdadera que le había escuchado.
Wanda: Te extrañaré, mocosa. - Se le notaba la dificultad para decirme eso, yo solo puse mi mano sobre mi corazón haciendo una falsa cara de ternura.
Isabella: ¡Abuela! Por favor, me harás llorar. - Afirmé con sarcasmo, pero solo pude mantener esa fachada unos segundos, ya que luego me puse sería, pero mirándola con una suave sonrisa le respondí. - Yo también la extrañaré, ortiva. - Le respondí con sinceridad, pero sin dejar ese toqué infantil que me suele caracterizar.
Mientras la alfa y la más vieja de la manda charlaban, del otro lado de la fiesta, se encontraba el novio de la pelirroja, ya cansado de haber estado jugando con los niños, se acercó a la mesa de comida, dónde se encontró con Addison, quien luego de unos minutos de haber estado hablando, salió con un tema un poco... Comprometedor, para Isabella.
Addison: Me alegra ver lo bien que está Isabella, sobretodo después de pasar por tanta presión en la competencia y todo lo que paso con la manada, me alegra saber que se pudo recuperar de lo que pasó en el gimnasio. - Habló con una alegría y orgullo incondicional.
Wyatt: ¿Qué pasó en el gimnasio? - La sonrisa de Addison desapareció al escuchar el tono de confusión del lobo.
Addison: Ehhh, nada, nada, no pasó nada, absolutamente nada, es más ¿Qué gimnasio? ¿Que Isabella? - Habló rápido antes de intentar salir corriendo, pero antes de lograrlo, el lobo la tomó por su antebrazo con fuerza, pero sin lastimarla.
Wyatt: Addison, ¿Qué pasó en el gimnasio? - Preguntó amenazante hacía la peliazul.
Addison: ¡NADA! - Contestó asustada, pero solo recibió una mirada muy furiosa de su contrario, por lo que no tuvo más remedio que hablar. - ¡Bien! Isabella tuvo un ataque de ansiedad.
Wyatt: ¿¡Qué tuvo que!? - Ahora parecía más molesto.
Addison: Y casi vuelve a tener otro en la competencia. - Habló asustada y arrepentida, pero creía que él debía saberlo.
Pero Wyatt ahora solo parecía una mezcla muy mala de emociones, era una bomba de tiempo con fecha para muy pronto.
Addison: No es su culpa, solo no quería que te preocupara, además, no podía dejarla sola en un momento así. - Volvió a hablar rápido, su contrario bajo la mirada, parecía que la furia solo escondía su decepción.
Wyatt: Esa no es excusa, pudo habermelo dicho luego de que pasara, pero no lo hizo, tuvo que haberme dicho, ¿Porqué no lo hizo...?
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Holaa, por favor no me maten, ya tengo resuelto de este punto en adelante, solo necesito ponerlo en tinta y hoja ( O en éste caso escribirlo en el celular ajsj) Prometo intentar escribir lo más rápido que pueda para que tengan la segunda parte, muchas gracias por seguir leyendo, honestamente me hacen muy feliz.
Bay <3
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Mi Primer amor (Wyatt Lykensen)
FanfictionIsabella Mills una chica que ama la música y bailar, fan de Taylor swift, es como una hermana para Zoey y Zed, las personas la ven como "la rara del pueblo ", lo que más se destaca de ella es que no intenta encajar, mucho menos con las personas nuev...