Mi Primer amor (Wyatt Lykensen)

Anti-moustros

Zoey: ¡Isabella! - Escuché como me llamaban, por instinto, me volteé a ver quien era, gracias a Dios y a todos los Santos era Zoey.

Cuando quise volver a ver a la figura misteriosa ya no estaba, no hay nada allí, supongo que solo fue el miedo de no saber donde estaban las dos personas más importantes para mí.

Isabella: Zoey, no puedes salir corriendo así, me asustaste, ¿Dónde diablos estabas? - Me había girado para verla y antes de empezar a hablar me agaché a su altura mientras la agarraba de sus hombros -

Zoey: Ya encontré a Zed, ven. - Zoey me tomó de la mano para guiarme hacia donde estaban los demás, yo la seguí pero cada tanto volteaba hacia atrás para asegurarme de que no hubiera nada ahí, por alguna razón me sentía observada, y eso no me gustaba para nada.

Addison: ¡Isabella! ¡Zoey! - Se nos acercó para abrazarnos a ambas, pero yo solo me removi en sus brazos, estaba incomoda y ella se dio cuenta, así que se separó un poco apena, honestamente, me daba algo de lástima eso, pero no puedo evitar que me moleste el contacto físico de personas que son recientes en mi vida, como Addison.

Addison: No estamos solos, aquí hay... hombres lobo. - Nos miro a los tres asustada -

Zoey: Cool - Pero como podrán ver, a mi hermanita no le dio nada de miedo eso, de hecho, le fascinó la idea de poder ver uno, y a mi, la verdad no me dio miedo, pero tampoco estaba muy feliz de saber que habría más personas aquí, pero a los aceys, buenoo.... no es la misma historia. -

Aceys: ¿Qué? ¿Hombres qué? ¿Lobos qué? ¡Hombres lobos! - Empezaron a teclear cosas en sus teléfonos súper asustados -

Zed: Nadie va a creer esto - Habló con una mini risa, mientras Addison llevaba a todos de nuevo al autobús, incluidos los Necrodopulus y su hermanita humana.

Cuando por fin llegamos al autobús, vimos como Bucky estaba acostado en el piso boca abajo, parecía desmayado, yo no pude evitar reír, saqué mi celular y le tomé una foto, salió buenísima; sí, está debe ser una de las razones por la cual me dicen rara.

Zed y Addison lo despertaron y lo hicieron subir al autobús, al igual que todos nosotros.

Tomé asiento al final de todo, con Zoey a upa y Bonzo sentado a mi lado, así los tres fuimos charlando todo el viaje, lo cual fue bueno, ya que escuchaba como todos los demás llamaban preocupados a sus padres o a sus familias para contarles todo lo que pasó, mientras yo, bueno, nunca tuve a quien llamar en este tipo de situaciones, sip, padres ausentes, básicamente, desde que tengo memoria, creo que esa es una de la razones por la cual mi lazo con los Necrodopulus es tan fuerte, son la única familia que conozco.

Bonzo: ¿katzu?

Isabella: Na, sabes que de todos modos ninguno me contestaría. - Me preguntó si llamaría a mis padres -

Bonzo: Canvi kin Jim

Isabella: Bienn, te prometo que cuando bajemos les llamaré, si así te dejo más tranquilo, pero aún así no creo que contesten.- Le brinde una media sonrisa, mientras seguía haciéndole trencitas a Zoey, me gustaba mucho hacer trenzas y a ella le gustaba mucho que yo le haga peinados.

Bonzo: Tragazu.

Isabella: No hay de qué, amigo.

Luego de un largo rato por fin llegamos al ayuntamiento, ¿Porqué estábamos aquí? No tengo idea, pero de todas formas no tengo un lugar mejor en el cual estar, cuando ya todos bajamos del autobús, le dije a Zed que fuera con Zoey y que yo después los alcanzaba.

Zed: ¿Los llamarás? - Zed me conocía tan bien que ni siquiera tuve que decirle lo que haría, pero sabía que a él no le gustaba la idea. -

Isabella: Pues si, eso creo, aunque, créeme, no espero que contesten. - Vi mi celular, donde tenía el número de mi padre ya marcado, solo necesitaba llamar. -

Zed: Bien, pero no tardes, papá seguro está preocupado. - Me dio una sonrisa triste mientras se llevaba a Zoey dentro del ayuntamiento, ese Zombie era el único que en realidad sabía cuán importante y delicado era el tema de mis padres para mi, sin pensarlo mucho pulse el botón para llamar y esperé a que me atendieran, pero como siempre, fue el buzón de voz. -

Isabella: Hola, papá, ammm hoy paso algo extraño, es una historia larga pero, el punto es que terminamos en el bosque prohibido y al parecer hay hombres lobos por aquí, o algo así, así que, no sé supuse que.... que quizá querían saberlo, solo - Suspiré - solo quería decirles que estoy bien. -

En ese momento, el buzón se quedó sin tiempo, así que solo colgué y puse el celular en el bolsillo trasero de mi pantalón, y susurré un pequeño "adiós", ya que, no tuve tiempo ni para decirles eso...

Fui hasta el ayuntamiento algo triste, de verdad me ponía mal recordar o pensar en ellos, mucho más llamar y que jamás atiendan, eso en serio dolía.

Zevon: ¡Isabella! ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo? ¿Tú les hiciste algo? ¿No los viste o si? Por favor dime que no te acercaste a ellos. - Apenas entré, sentí como el señor Necrodopulus me bombardeaba con sus preguntas, muy preocupado, mientras me movía de un lado al otro intentando verificar qué no estuviera herida.... Si, él si es un verdadero padre...

Isabella: No te preocupes - Solté una pequeña risita por como me movía. -  estoy bien, en serio.

Zevon: ¿Estás segura?

Isabella: Completamente. - Le sonreí, él me devolvió el gesto aunque no muy convencido, pero me llevó hasta las gradas donde estaban Zed y Zoey, al llegar, el adolescente se concentró en mi.

Zed: ¿Y...?

Isabella: Supongo que ahora queda esperar a que vean el mensaje, si es que lo ven. - Ahora fuí yo quien le dió una sonrisa triste, pero él solo me abrazó, aunque él tenía que hacer otra cosa ahora -

Isabella: Oye Romeo - Llame su atención- ¿No tendrías que estar con tu julieta?

Zed: ¿Crees que sea un buen momento?

Isabella: Aún te debe una repuesta para tu propuesta del baile...

Zed: ¡Tienes razón! - Se paró - ¿Estarás bien? - Me miró un poco preocupado, y en realidad, me sentía algo triste, pero todo esto se ocasionó porque él necesitaba ir al baile con su chica, ¡Y no debía ser en vano!

Isabella: Si, no te preocupes, ve - Le di una sonrisa de ánimo, me devolvió la sonrisa antes de irse, apenas estaba por bajar el primer escalón cuando la alcaldesa habló -

Missy : ¡Las leyes anti-moustros se restituyen! - ¡¿Qué?! ¡No puede hacer eso!, es una maldita loca, y todos los idiotas que aplauden eso también lo están;
Estaba con mis manos hechas puños en el asiento, tenía ganas de golpear a alguien, y si, esa es otra razón por la que me llaman loca, muchas veces, tengo la necesidad de golpear, y suelo golpear cosas para evitar pegarle a las personas, y de paso evitar órdenes de restriccion, porque ya acumulaba bastantes.

Aún así, no iba a quedarme callada iba a gritarle algo, pero escuché que alguien se me adelantó.

Addison: ¡Mamá eso no es justo!

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Bueno, capítulo 2, espero que les guste, y que no crean que los hago muy largos.