We can be pirats

668 34 6
                                    

Empezamos a hablar sobre diferentes cosas, la mayoría era muy random, pero de un momento al otro, ambos, se quedaron callados mirando las estrellas, quedando en un silencio cómodo, hasta que Isabella decidió hablar.

Isabella: Creo que la peor parte es tener que vivir con ellos, aunque casi no salga de mi habitación. - Habló, obviamente refiriéndose a sus padres.

Wyatt: Podrías ir a vivir conmigo, podríamos ser piratas, así ya no tendrías que llorar, y esconderte en el clóset, nuestro amor se transmitiría.

Isabella: ¿Estas sitando a Taylor swift?

Wyatt: Sip, es justo lo que estoy haciendo. - Afirmó sin dejar de mirar las estrellas.

Isabella: En serio eres el amor de mi vida. - Miró hacia arriba para poder ver su hermosa carita formando una sonrisa dulce, a la vez que él bajaba su mirada para depositar un casto beso en los labios de su novia.

Se separó del beso muy rápido, pero quedó a pocos centímetros del otro rostro, el lobo miraba los labios de su amada, no pudo esperar más y se lanzó nuevamente a sus labios, besándola con mucha más intensidad que antes.

Con un ágil movimiento dejó a la ojiverde debajo suyo aún sin separar sus labios de los suyos, se metió entre las piernas de la pelirroja y empezó a bajar sus besos hasta llegar a su cuello, donde empezó a dejar besos húmedos.

Desde que los padres de Isabella llegaron a la ciudad, ya no había tantos momentos húmedos como estos, ya que Isabella tenía miedo de no llegar a su casa y que mandaran a la patrulla Z contra Wyatt o a su familia, y aunque él se metiera a escondidas a la habitación de la sosim, por obvias razones, nunca podían hacer mucho.

Por lo que hace unas semanas ellos han estado en abstinencia, lo cual es mucho para un hombre lobo que ya encontró a su soulmate. Los lobos suelen ser muy pasionales y calientes, creo que eso ya se demostró perfectamente, por lo que estar ya más de dos semanas sin su pareja, estaba volviendo loco al lobo.

Este seguía besando y succionando la piel sensible de la pelirroja, causándole algunos suspiros placenteros, Wyatt bajaba un poco sus besos hasta sus clavículas, llegando hasta donde la remera de Isabella lo permitiera.

Hasta que Isabella fue la que interrumpió.

Isabella: ¿No escuchas eso? - Habló entre suspiros y jadeos.

Wyatt: Yo no escucho nada - Habló contra la piel de su novia, para volver a su acción, pasándose de lado para poder dejar más marcas en el cuello de su novia.

Isabella: Wyatt hablo en serio. - Intentó correr un poco su cara para ver hasta donde se divisaba Seabrook, pero solo pudo ver unos segundos antes de que su novio tomará su cara para plantarle otro beso igual de lujurioso. - Wyatt - Habló como pudo contra los labios del mayor.

Wyatt: ¿Mhh? - Contestó sin dejar de besarla.

Isabella tuvo que apartarse de los labios de Wyatt con todas sus fuerzas, ya que era lo único que podía sacarse de encima de él, pero el lobo, terco, prefirió seguir besando la clavículas de la chica.

Isabella: ¿Dónde están los lobos? - Preguntó con un hilo de voz, sacando todo el aire que quería salir en forma de gemido, pero, por suerte, lo contuvo.

Wyatt: Por Seabrook, ¿Qué interesa? - Habló fastidiado de que su novia no responda a sus caricias.

Isabella: Deberiamos ir, creo que algo está pasando. - Por fin, pudo hacer que su novio prestará atención, o más bien se quejará, pero al menos había dejado de besarla.

Wyatt formó un tierno puchero, haciendo un berrinche como un nene chiquito.

Wyatt: Pero... - Se quejó poniendo su cabeza en el pecho de la chica, intentando que esta le haga caso, pero no funcionó.

Mi Primer amor (Wyatt Lykensen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora