ꜱᴛᴀʀ ᴄᴏʟʟɪꜱɪᴏɴ | ❝ El príncipe y la sacerdotisa. La mascota y el trofeo. Qué conmovedor ❞
Ambos eran completamente diferentes, y a su vez eran iguales. Habían perdido sus mundos a manos del mismo monstruo, obligados a vivir una vida de esclavitud y...
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━Reya, ¿qué coño estás haciendo?
Los ojos de Reya se abrieron de golpe y giró la cabeza a donde provino la voz. Se quedó paralizada cuando vio a Yamcha parado a unos metros de distancia, con el rostro contraído por la incredulidad y el dolor. Su sangre se heló al momento. ¡Mierda, Yamcha! ¡Olvidó que habían quedado!
━¡Yamcha! ━Reya intentó reincorporarse, pero un gran peso la tenía retenida en el suelo. Y no era otra persona que...
━Cállate, mujer ━murmuró Vegeta con voz ronca, arrastrando las palabras por el sueño. Reya escuchó una larga exhalación, y sintió un suspiro contra su cuello.
━¡¿Qué coño estás haciendo?! ━volvió a preguntar Yamcha, más alterado.
Reya comenzó a entrar en pánico, incapaz de encontrar las palabras. Su boca se abrió un par de veces, pero no salió nada. Maldición, ¡si los veía así, comenzaría a pensar en cosas que no eran! Y tras lo sucedido entre ellos dos, no quería que la situación empeorara. No ahora que, aparentemente, lo habían arreglado.
Finalmente, y tragando saliva con dificultad, logró graznar:
━N-no es lo que parece.
Yamcha gruñó y apretó los puños con fuerza. Reya le dijo que no estaba enamorada de ese monstruo, entonces, ¿por qué le mintió? Porque una cosa estaba clara; no te acurrucabas con un hombre si no sentías nada por él. Aceptó que no correspondiera sus sentimientos, pero una parte de él, con sólo pensar que ellos dos estuvieran juntos, hizo que sus entrañas ardieran intensamente.
Podía estar con cualquier hombre del planeta, pero no con el responsable de sus muertes. Su muerte, concretamente.
━¡¿Qué no es lo que parece?! ¿Me estás diciendo que no estás acurrucada con Vegeta? ━vociferó al pronunciar el nombre del saiyajin━. ¡Me dijiste que no estabas enamorada de él!
━¡Y es verdad! ━exclamó Reya, intentando sonar convincente━. Yamcha, por favor, tienes que creerme. ¡No estoy enamorada de él!
Nerviosa, Reya hizo el amago de separarse de Vegeta. Sin embargo, como el susodicho rivalizaba con su fuerza, apenas consiguió moverlo unos centímetros. Contó mentalmente hasta diez en un vago intento de calmarse.
━Vegeta, por favor, necesito levantarme ━imploró ella, volviendo a empujarlo hacia atrás. Oyó unos gruñidos de protesta por parte de Vegeta. La acercó más a él, negándose a soltarla.
Si la situación no hubiera sido malinterpretada por su hermano terrícola, habría encontrado adorables las acciones de Vegeta. Pero en ese desesperante momento, sólo quería separarse de él y aclarar el asunto.
Yamcha, rojo de la cólera (y a punto de echar humo por las orejas), tuvo suficiente.
Y estalló.
━¡QUÍTALE TUS SUCIAS MANOS DE ENCIMA, MONO ASQUEROSO! ━caminó hacia ellos, con los nudillos totalmente blancos y preparándose para la guerra━. ¡¿Y cómo demonios se te ocurre tocarla de ese modo?! ━cuestionó con una ocurrencia tardía. Su mente se negaba a aceptar la posibilidad de que Reya hubiera decidido participar voluntariamente en aquella posición tan íntima con el saiyajin.