STAR COLLISION | ❝ El príncipe y la sacerdotisa. La mascota y el trofeo. Qué conmovedor ❞
Ambos eran completamente diferentes, y a su vez eran iguales. Habían perdido sus mundos a manos del mismo monstruo, obligados a vivir una vida de esclavitud y...
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Un año después.
La acalorada batalla continuó entre Goku y Vegeta.
Cuando los dos rayos monumentales chocaron, ambos guerreros se quedaron atónitos ante la fuerza pura detrás de la explosión del otro. Goku no podía contrarrestar a Vegeta por más tiempo, a no ser que subiera de nivel. Pero semejante hazaña conllevaba un alto riesgo. El Kaio-Ken multiplicado por tres lo estaba, literalmente, devorándolo por dentro, así que no quería ni imaginar la letalidad de un nivel superior. Pero no tenía otra opción.
¡El planeta entero estaba en peligro!
━¡Kaio-Ken por cuatro! ━rugió Goku mientras retrocedía ante la intensidad de su propia explosión. Apenas podía mantenerse en pie.
El CañónGarlick de Vegeta estaba siendo dominado por la fuerza montañosa del Kaio-Ken multiplicado por cuatro Kamehamehas. Finalmente, el rayo azul rompió su mejor ataque y comenzó a impulsarlo cada vez más alto hasta que quedó completamente fuera de vista. Pero para frustración de Goku, el príncipe logró escapar a tiempo de la explosión mientras esta continuaba su viaje hacia el espacio.
La sangre de Vegeta hirvió de rabia. Kakarot había superado su ataque insignia, ¿cómo podía él, el Príncipe de todos los Saiyajins, haber sido superado por esa escoria de tercera clase? No le dio más vueltas. Tenía que seguir adelante. No había manera de que ese payaso pudiera seguir aguantando aquel ritmo. Aunque nunca se molestó en aprender técnicas que multiplicaban el poder, se había enfrentado a adversarios que empleaban dichas habilidades, por lo que conocía su funcionamiento.
Con esa idea en mente, aterrizó sobre un arco de piedra y cruzó de brazos, dándole una mirada cargada de desdén a Kakarot.
Y Vegeta no estaba errado; Goku se encontraba al límite de sus fuerzas, podía verlo. El Kaio-Ken multiplicado por cuatro había consumido la mayor parte de su energía. Su única esperanza era el Genki-dama, pero necesitaba una distracción. Cualquier distracción para sacar a Vegeta del mapa.
━¿De verdad pensaste que una explosión sería suficiente para acabar conmigo, Kakarot? ━se mofó Vegeta con altanería━. ¡Imbécil! ¡Soy el Príncipe de todos los Saiyajins! Ahora morirás por tu insolencia, y cuando acabe contigo, ¡reduciré esta bola de barro a cenizas!
Goku le enseñó los dientes y salió disparado con renovada energía. Vegeta inmediatamente lo siguió. El Guerrero Z se sintió aliviado al ver que el saiyajin no se había percatado de que lo estaba llevando directamente hacia una trampa. ¡Era ahora o nunca!
━Si esa es la forma con la que quieres jugar, pues bien ━espetó Goku peligrosamente, frunciéndole el ceño━. ¡Pero no digas que no te lo advertí!
