STAR COLLISION | ❝ El príncipe y la sacerdotisa. La mascota y el trofeo. Qué conmovedor ❞
Ambos eran completamente diferentes, y a su vez eran iguales. Habían perdido sus mundos a manos del mismo monstruo, obligados a vivir una vida de esclavitud y...
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Gohan y Krilin habían llegado al planeta Namek. Después de explicarles lo sucedido y las intenciones de Reya (que la científica ya conocía), Bulma y su padre construyeron una nave a tiempo récord para su tan importante misión. Diseñaron la nave para que tuviera piloto automático, pues Bulma desconfiaba de que los chicos supieran conducirla, y no deseaba que un vehículo que costaba millones de dólares no llegara a Namek. La tecnología de vanguardia permitió a ese par viajar de forma tranquila y segura, por lo que ambos guerreros pasaron la mayor parte del tiempo entrenando.
Si querían ayudar a su amiga y encontrar las Esferas del Dragón, tenían que hacerse más fuertes. Le prometieron a Bulma que traerían de vuelta a Reya y que resucitarían a sus amigos, y eso es algo que sin duda iban a hacer.
Por otra parte, Goku tardó más tiempo del esperado en recuperarse. La pelea contra Vegeta le dejó hecho trizas, y tuvo que tomarse docenas de Semillas del Ermitaño para recuperarse por completo, y aun así no fue suficiente. Pero cuando finalmente se recuperó, supo lo que tenía que hacer: viajar a Namek. Bulma le informó que el viaje duraría unos seis días, y que Gohan y Krilin se habían adelantado.
Lo entendió a la perfección, pues la situación se encontraba en un punto muy crítico.
Bulma y el Dr. Brief también le proporcionaron una nave nueva, con la diferencia de que esta estaba integrada con una Cámara de Gravedad. Al momento de despegar, inició un intensivo entrenamiento en la cámara a 20G, avanzando cada vez más a medida que pasaban las horas. No mucho después, alcanzó el nivel de Vegeta y juró que le superaría. Lo haría, sin importar qué. Aunque fuera muy agotador, su entrenamiento estaba siendo de lo más fructífero.
¡Perfecto! Todo marchaba según lo planeado.
Sólo esperaba que Reya estuviera bien.
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━Príncipe Vegeta ━la voz computarizada lo despertó━. Está listo para aterrizar en el planeta Namek. Hora estimada: cinco minutos.
Vegeta tecleó algunos botones y dirigió su atención a Reya. Aún no se había despertado, pero sabía que lo haría en cuestión de segundos. De mientras, se dedicó a mirarla atentamente. Aquella pregunta continuaba taladrándole la cabeza. ¿Por qué? ¿Por qué le había ayudado? Le odiaba, podía verlo, y aun así... Se molestó en salvarlo, e incluso se preocupó genuinamente por él.
