ꜱᴛᴀʀ ᴄᴏʟʟɪꜱɪᴏɴ | ❝ El príncipe y la sacerdotisa. La mascota y el trofeo. Qué conmovedor ❞
Ambos eran completamente diferentes, y a su vez eran iguales. Habían perdido sus mundos a manos del mismo monstruo, obligados a vivir una vida de esclavitud y...
Capítulo sesenta y nueve El banquete, segunda parte
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Era sábado por la tarde y Reya se encontraba preparándose, junto con Bulma, para el banquete anual de la Corporación Cápsula. Su hermana terrícola dejó a Trunks con Chi-Chi, así que ninguna de las dos se preocuparía de que algo le ocurriera; estaba en buenas manos.
Estaba muy emocionada. Iba a ser la primera vez en cuatro años que no trataría de fingir que era humana.
Se miró en el espejo del tocador de Bulma. Sonrió, entusiasmada. Nunca dejaría de ver su reflejo mientras vestía con la ropa de su mundo; el top negro sin mangas, unido a su bello gorjal plateado con la gema roja incrustada en ella. El pantalón corto del mismo color que el top, los brazaletes resplandecientes que protegían sus brazos, el cinturón a juego con sus accesorios metálicos y las botas altas y negras.
Como su familia paterna perteneció a la casta guerrera, y en un principio iba a formar parte de la Legión, se le concedió el permiso de vestirse con un traje de combate. Pocas veces lo usó en su planeta debido a sus obligaciones como sacerdotisa, pero siempre que lo llevaba puesto, sentía un gran orgullo y admiración por sus raíces guerreras.
Y esta noche lo luciría con honor.
Su pelo descansaba libremente sobre sus hombros, y como añadido nuevo, se fijó en la tela roja semitransparente que caía detrás de ella, rodeándole los hombros y la espalda. Había intentado ponerse la tela alrededor de su cinturón, pero como siempre terminaba cayéndose al suelo, decidió colocársela por debajo del gorjal como si fuera una capa.
Esperaba que Vegeta no encontrara su nuevo complemento demasiado atrevido.
━¡Bulma, estás deslumbrante! ━exclamó Reya, girándose hacia ella.
La susodicha sonrió presumidamente. Se alisó la falda de su vestido dorado después de recogerse el pelo con un peinado francés. Sin duda, era la encarnación de la belleza.
━Lo sé ━alegó, fanfarrona, a lo que Reya rompió a reír━. ¿Lo dudabas? No por algo soy la mujer más hermosa de la Tierra.
La risa de Reya aumentó. Esta Bulma... Todo lo que tenía de inteligente, lo tenía de humilde. Aunque no mentía; estaba guapísima, las cosas como son.
━Muy bien, miss belleza. Me adelantaré e iré a recoger el arpa. Te veo abajo.
Dejó a Bulma darse los últimos retoques y se marchó hacia su habitación. Aprovecharía que Vegeta se encontraba duchándose para llevarse el arpa a la sala de banquetes.