STAR COLLISION | ❝ El príncipe y la sacerdotisa. La mascota y el trofeo. Qué conmovedor ❞
Ambos eran completamente diferentes, y a su vez eran iguales. Habían perdido sus mundos a manos del mismo monstruo, obligados a vivir una vida de esclavitud y...
Capítulo treinta y dos Primer encontronazo y noche de cine
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El sol se estaba poniendo cuando Vegeta despertó. Él y Reya decidieron sentarse a la orilla del lago, y terminó por quedarse dormido. Inmediatamente sintió las señales de ki a su alrededor, pero no captó ninguna significativa. Miró su entorno y no vio nada fuera de lo común. Sacudió la cabeza, irritado por despertarse desorientado. Le era desagradable despertarse con la sensación de sentirse perdido.
Entonces notó a Reya a su lado, entretenida mirando los patos en el agua. No parecía haberse dado cuenta de su extraño comportamiento. Se aclaró la garganta, haciéndole saber que ya estaba despierto.
Reya se giró hacia él, sonriéndole suavemente.
━Hola, dormilón. Ya se está haciendo tarde, deberíamos volver a la Corporación Cápsula.
Vegeta asintió y se puso en pie, sacudiéndose la arena de la espalda. Reya también se levantó y pasó la mano por la parte trasera de su vestido, que al igual que Vegeta, para quitarse la arena. Regresaron al sendero de tierra y caminaron alrededor del lago.
Iban en silencio, sin tener que decir mucho el uno del otro. Durante el tiempo que Vegeta dormía, Reya no había dejado de pensar sobre él y lo que vivió como soldado de Freezer. Quería preguntarle, conocer más cosas acerca de él, pero temía que se encerrara en su caparazón de hierro. De todos modos, y a pesar de su deseo por conocerlo aún más, había descubierto algunas cosas interesantes sobre Vegeta, e imaginó que se conformaría con eso de momento. No quería importunarlo con su pedante curiosidad.
━¡Reya, hola!
La susodicha sonrió al reconocer aquella voz tan querida y familiar. ¡Era Yamcha! ¿Qué hacía por aquí?
Se dio la vuelta, esperando a que su hermano terrícola la alcanzara.
━¡Yamcha! ¡Me alegro de verte! ━exclamó Reya, feliz. Hacía un par de semanas que no se veían. Finalmente, Yamcha decidió ponerse la pilas y entrenar duro para la llegada de los androides.
Yamcha llegó junto a ella con una sonrisa bobalicona y el rostro sonrojado. Le dio una rápida ojeada, y su sonrisa tonta pasó a ser a una embelesada. Demonios, ¿cómo era posible que Reya, vistiendo con cualquier cosa, se viera igual de preciosa? Su corazón floreció de alegría al volver a verla después de tantos días.
━Reya..., hoy, hoy estás muy guapa ━balbuceó Yamcha tímidamente, sonrojándose todavía más. La anodita se enterneció y soltó una risita. Yamcha era tan adorable...
━Oh, Yamcha, gracias. Tú siempre tan amable ━se rio ella━. ¿Qué haces por aquí?
Observando la escena con un silencio mortal, Vegeta gruñó por lo bajo. Reya mencionó a ese inepto en la nave de Freezer, y lo primero que pensó es que eran amantes. Tal pensamiento le revolvió el estómago de un modo doloroso. Pero tras haberlos observado con más atención, descubrió que nada iba más lejos de la realidad. Reya no estaba interesada en el debilucho, al menos no de aquella forma. Pero bastaba ver al cateto terrícola para darse cuenta de prácticamente babeaba por ella. Le resultaba lamentable sus intentos de cortejo, cada uno más patético que el anterior. Desconocía si la mujer estaba al tanto, y de ser así, lo ignoraba olímpicamente, reforzando la idea de su desinterés en él.
