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Capítulo ochenta y tres
Dulce tentación

Los siguientes cuatro días transcurrieron sin incidentes

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Los siguientes cuatro días transcurrieron sin incidentes. Vegeta y Trunks habían comenzado a entrenar juntos mientras Reya ayudaba a Bulma a reconstruir la Sala de Gravedad. Quedó completamente destruida después de que Vegeta se empeñara en explotar el ki de Trunks, por lo que prácticamente tenían que construirla desde cero, para gran molestia de Bulma. Vegeta no le quedó otra que prestarle a Trunks su simulador de microgravedad para que pudiera obtener mayores ganancias.

Gracias a su ki, sorpresivamente alto para un ser humano, Trunks podía soportar ciertos niveles de gravedad. Vegeta se preguntó si el Trunks de su tiempo también tendría semejante ki, y concretó que sí, lo que le incitó a querer entrenarlo cuando fuera un poco más mayor.

Faltaban cinco días para los Juegos de Cell. Vegeta y Trunks seguían entrenando tan duramente que este último apenas podía arrastrarse a su cuarto a la hora de dormir. Fue interesante la actitud que Vegeta adoptó por el chico; parecía que lo hubiera tomado como su pupilo, del mismo modo que Piccolo hizo con Gohan. Había que reconocer la paciencia con la que Vegeta trataba a Trunks, confirmando lo mencionado anteriormente. Por no decir que contenía su fuerza para no causarle un daño severo. Y Reya se alegró muchísimo de que sus dos hombres se llevaran tan bien.

Como era de costumbre durante aquellos días, el recinto se tambaleaba con fuerza mientras los dos guerreros intercambiaban golpes en la Sala de Gravedad. Reya, por su parte, entrenaba intensamente en el gimnasio, pues tampoco quería quedarse relegada atrás y más ahora que se acercaba la batalla final.

━¡Has tenido suerte, chico! ━rugió Vegeta mientras salía del hueco de la pared. Comenzó a bombardear a Trunks con ráfagas de ki.

El chico del futuro desapareció de la vista, y gruñó de dolor cuando Vegeta le clavó la rodilla en su plexo solar. Recuperó rápidamente la compostura y se giró para darle una patada giratoria. En un instante, ambos desaparecieron, y sólo las ondas de choque resultantes delataron el hecho de que había alguien en la Sala de Gravedad.

Segundos después, hubo un fuerte estrépito en el momento que Trunks cayó al suelo tras un encuentro violento. Escupió una bocanada de sangre, y se agachó al ver la patada que se dirigía a su cabeza. Volvió a ponerse en pie para encarar nuevamente a Vegeta. Aventó un puñetazo, el cual el saiyajin atrapó con facilidad y lo tiró de nuevo al suelo.

━¡Deja de contenerte! ━gritó Trunks, lanzando otro puño cargado de ki.

Vegeta atrapó el puño por segunda vez antes de agarrar su brazo y girarlo, ganando impulso hasta que lo soltó y lo arrojó contra la pared. Antes de que Trunks pudiera reaccionar, le asestó una ráfaga de ki que a duras penas pudo esquivar. La sonrisa triunfante de Vegeta desapareció cuando escuchó el chirriante sonido de las bisagras.

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