⋆⭒˚.⋆ 45 ⋆⭒˚.⋆

1.1K 142 68
                                    

Capítulo cuarenta y cinco
El banquete

Era sábado por la tarde y Vegeta se encontraba entrenando en la Sala de Gravedad, mientras que Reya se hallaba en su habitación preparando el arpa para el banquete

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era sábado por la tarde y Vegeta se encontraba entrenando en la Sala de Gravedad, mientras que Reya se hallaba en su habitación preparando el arpa para el banquete. La había limpiado, pulido y afinando para la que consideraba su gran noche, ¡ya no podía esperar más!

Además, Bulma repasaba su breve presentación, la Sra. Brief se estaba encargando del catering, y el Dr. Brief había ido a su laboratorio para terminar los detalles de su último proyecto.

El aire dentro del recinto estaba cargando de energía tras el próximo evento. El salón de banquetes había sido preparado y listo para usar en las siguientes horas. Todo el mundo estaba enfrascado en una maraña de nervios, sin embargo, Vegeta era en gran medida ajeno al caos controlado.

El saiyajin casi había olvidado el banquete, habiéndolo relegado al fondo de su mente después de su (otra vez) terrible experiencia de compras. Había evitado a Bulma tras haberle puesto los nervios a flor de piel, razón por la cual Reya apenas lo había molestado. Aunque a decir verdad, la anodita tampoco estuvo muy pendiente de Vegeta. Nada más comprar el arpa, se pasó horas y horas encerrada en su habitación, eligiendo metódicamente la canción más adecuada para el banquete, y como había mencionado anteriormente, afinándola acorde al tipo de melodía que estaba acostumbrada a componer. Ninguno la había oído tocar, lo que despertaba todavía más las ganas de los Brief, en especial la de Vegeta.

Volviendo con el príncipe, quien no queriendo lidiar con los ensordecedores gritos de Bulma, se saltó a propósito las comidas y robaba las sobras una vez que todos se marchaban. Se había vuelto más obstinado a salir de la Sala de Gravedad y se levantaba más temprano de lo habitual. Todo, para evitar el riesgo de ser pillado por Bulma y sufrir su escandalosa furia.

En su habitación, Reya dirigió sus ojos al reloj de la mesita de noche, que marcaba las 17:00

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En su habitación, Reya dirigió sus ojos al reloj de la mesita de noche, que marcaba las 17:00. Pensó que iba siendo hora de prepararse, pues los invitados llegarían alrededor de las seis y la cena comenzaría a las siete.

STAR COLLISION ᵛᵉᵍᵉᵗᵃ ✔︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora