⋆⭒˚.⋆ 30 ⋆⭒˚.⋆

765 115 11
                                    

Capítulo treinta
Curas y riñas

Reya bajó a la cocina a por una botella de agua y unas bolsas de hielo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Reya bajó a la cocina a por una botella de agua y unas bolsas de hielo. Como Bulma había sido nombrada vicepresidenta de la Corporación Cápsula, había días en los que debía asistir a la empresa para arreglar el papeleo y tener reuniones de lo más aburridas (según ella). Cuando aquello ocurría, Reya decidía permanecer en el gimnasio y se machacaba todo lo que podía. Su objetivo era triplicar un veinte por ciento su resistencia, así que esperaba conseguirlo antes de la llegada de los androides.

Pasó por delante de la sala de estar, pero se detuvo al darse cuenta del bulto que sobresalía por delante del sofá. Confundida, fue hasta allí y ahogó un grito ante la imagen que tenía delante; Vegeta se encontraba tirado a mitad del sofá, con los brazos extendidos sobre su cabeza, y la parte inferior de su cuerpo sólo estaba siendo apoyada por su rodilla. Nudillos ensangrentados, quemaduras en su espalda, cortes y heridas por doquier.

Incluso aún sangraba un poco.

Con una preocupación que ya le dolía físicamente. Reya se acercó rápidamente a él, evaluando el daño en su cuerpo. ¿Vegeta era un suicida o qué? Parecía que tuviera tatuado en la frente la palabra "masoquista".

La cola de Vegeta cayó sin fuerzas entre sus piernas, y ahora que Reya lo veía de cerca, observó su lamentable aspecto. Tenía la mandíbula hinchada, sangre seca en la frente y un corte en la sien. Si Reya no supiera que aquellas heridas eran causadas por su obsesivo entrenamiento, pensaría que Freezer resucitó de su tumba e inició una pelea mortal contra él.

━¡Vegeta!

Con la angustia atosigando su interior, trató de darle la vuelta con delicadeza para ver en mejor detalle la gravedad de las lesiones. Pero ante su toque, Vegeta agarró su muñeca y la apretó con fuerza. Reya reprimió un quejido. Su agarre de hierro, aunque tolerable para ella, le dejaría una buena marca.

━Vegeta, soy yo, Reya ━dijo ella. Con su mano libre le sacudió el hombro━. Vegeta, despierta. Me estás haciendo polvo la mano.

Finalmente, Vegeta se despertó y se sentó velozmente, casi derribándola. Parpadeó varias veces para tratar de ubicarse, topándose con la mirada preocupante de la mujer. Le soltó la muñeca, y Reya se la masajeó. Aquel gesto le molestó, como le incomodó a partes iguales.

Le había hecho daño, su piel enrojecida lo delataba.

━¿En qué estabas pensando, mujer? ━recriminó Vegeta duramente. ¡Un poco más y le partía la muñeca!━. ¡Te podría haber roto la mano!

━¿Pero te has visto? ¡Ni siquiera puedes...! ━Reya dejó de hablar al ver que en su costado derecho sobresalía una cosa blanca. Fijó su vista con más atención, y de golpe se tornó de un gris enfermizo. ¿Eso... eso era su costilla?━. ¡Sagrado Universo! ¡T-tu costilla...!

STAR COLLISION ᵛᵉᵍᵉᵗᵃ ✔︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora