STAR COLLISION | ❝ El príncipe y la sacerdotisa. La mascota y el trofeo. Qué conmovedor ❞
Ambos eran completamente diferentes, y a su vez eran iguales. Habían perdido sus mundos a manos del mismo monstruo, obligados a vivir una vida de esclavitud y...
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Trascurrieron tres semanas desde que Vegeta regresó a la Tierra. Él y Reya continuaron con la misma rutina de siempre, pero con el añadido de correr por las mañanas. Ambos se levantaban a las seis y corrían hasta la hora del desayuno. Vegeta se iba al patio a entrenar mientras que Reya volvía al laboratorio con Bulma, y no se veían hasta el almuerzo. Por la tarde, el saiyajin continuaba su entrenamiento en la Sala de Gravedad con sus nuevos robots, a lo que Reya seguía con su propio entrenamiento en el gimnasio. Por la noche dormían juntos, donde él se acurrucaba en el pecho de ella, y la anodita le cantaba alguna canción para dormir.
Desde el día de su regreso, Vegeta no se tomó ningún descanso, haciendo que su presencia en el recinto fuera escasa. Reya deseaba pasar más tiempo con él a excepción de las primeras horas del día, las comidas y por la noche. Recordó sus tendencias adictivas al trabajo y su mente unidireccional. Era disciplinado en lo que hacía, y precisamente lo que hacía era entrenar hasta matarse. Se preguntó si nuevamente volverían a pasar el tiempo juntos, aunque fuera sólo un día.
Sin embargo, Reya tenía la cabeza metida en un asunto que le tomaba más urgencia que su añoranza por su hermano saiyajin. Últimamente, Bulma vomitaba a la mínima que comía algo. No estaba enferma, y en cuanto a salud se encontraba perfectamente, preocupándola a más no poder. Entonces, ¿por qué vomitaba tan seguidamente? Se lo preguntó, pero ni Bulma sabía la respuesta. Así que decidió mantener un ojo vigilante sobre la científica.
Si Bulma no mejoraba, deberían ir a ver un médico para que la revisara.
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Era una bochornosa tarde a principios de septiembre cuando Reya salió al patio con una jarra de sangría para Yamcha. Vegeta desapareció después del almuerzo, como de costumbre, así que llamó a su hermano terrícola para pasar la tarde y ponerse al día con el progreso de su entrenamiento.
Le hubiera gustado estar con Bulma y seguir vigilándola, pero se marchó tras decirle que llegaba tarde a su cita con Kriss.
━Yamcha, aquí está la sangría ━anunció Reya con una sonrisa. Colocó la jarra y el vaso sobre la mesa del patio━. ¿Por qué no te tomas un descanso?
