Capítulo cincuenta y siete
Hombre con honorReya gimió, estirándose perezosamente. Universo, ¿cuándo fue la última vez que durmió tan bien? Parpadeó un par de veces y se frotó los ojos bajo la tenue luz que se filtraba a través de las cortinas. Y entonces se percató del cúmulo de mantas y cojines que la rodeaba.
Estaba en la habitación de Vegeta.
Habían dormido juntos.
«No fue un sueño. Realmente, Vegeta volvió a la Tierra y dormimos juntos»
Roja como una cereza, Reya sonrió tontamente. Se tapó la boca para ocultar su risa emocionada. Se obligó a recordarse de que era una adulta, y sin embargo, parecía comportarse como una adolescente hormonada. ¿Pero cómo iba a reprimirlo si lo único que sentía era felicidad en su estado más puro?
Sin borrar la sonrisa, salió del nido de Vegeta y se encaminó en dirección a su habitación. Allí se desprendió del camisón, vistiéndose con su top negro deportivo, el pantalón rojo de deporte y una camiseta azul de tirantes. Se cepilló el pelo y se lo recogió con una coleta alta, para seguidamente marcharse de su cuarto a hacer running.
En su camino por el pasillo, pensó en preguntarle a Vegeta si querría correr con ella como la última vez. No obstante, tan distraída estaba, que chocó con lo que parecía ser una pared de ladrillos.
━Ah, buenos días, Vegeta ━saludó Reya con una sonrisa. Un fuerte rubor cubrió su rostro━. Te estaba buscando.
Vegeta resopló. Sin que Reya pudiera prevenirlo, la inmovilizó contra la pared. Sin posibilidad de escapar. Con una sonrisa lobuna, se inclinó sobre su oído y le susurró:
━¿Ah, sí, mujer?
Si Reya antes estaba sonrojada, ahora parecía un tomate de lo rojísimo que se veía su rostro. Tragó saliva, con el corazón latiendo con fuerza. La voz profunda de Vegeta retumbó por todo su cuerpo, y sintió la punta de su cola moviéndose contra su estómago mientras la apretujaba. Sus piernas comenzaron a temblar como la gelatina.
━P-pues es sí ━tartamudeó, cohibida.
━¿Para qué? ━ronroneó Vegeta.
Reya cerró los ojos para tranquilizarse y contar hasta diez. Si continuaba así acabaría por desmayarse, y no sería precisamente por el calor. Sabía que su hermano saiyajin no era muy amigable por las mañanas, y evitaba a todos hasta la hora del desayuno en la medida de lo posible. Pero aquí estaba ella; arrinconada en la pared con un saiyajin respirando sobre su cuello y exigiéndole (de un modo muy seductor que la desarmó) una respuesta por su petición.
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STAR COLLISION ᵛᵉᵍᵉᵗᵃ ✔︎
FanficSTAR COLLISION | ❝ El príncipe y la sacerdotisa. La mascota y el trofeo. Qué conmovedor ❞ Ambos eran completamente diferentes, y a su vez eran iguales. Habían perdido sus mundos a manos del mismo monstruo, obligados a vivir una vida de esclavitud y...