ωιʅ𝚍 𝙳єѕтιиу ♡•°

ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝒱𝔢𝔦𝔫𝔱𝔦𝔲𝔫𝔬

La furia ardía en el interior de Draco, frustrado por el giro inesperado de sus planes. La propuesta que había planeado presentarle al anciano Hughes para adentrarse en esas tierras oscuras no fue recibida como esperaba. Hughes, terco como una mula, se negó a aceptar su oferta, rechazando la posibilidad de prestarle un escuadrón de guerreros para aventurarse en el bosque oscuro. Pero si cree que se conformará con las migajas, está gravemente equivocado.

El viaje, inicialmente previsto para durar semanas, se extendió dolorosamente durante dos largos meses. Draco ansiaba que el anciano cediera, persuadido de que sus promesas de riquezas inimaginables eran irresistibles. Pero Hughes se mantenía firme, y Draco se encontraba solo en su ambición desbordante.

La paciencia de Draco se agotaba mientras tramaba planes para conquistar esas tierras deseadas. La traición se maquinaba en su mente, creciendo día a día con determinación, hizo planes consigo mismo para regresar, aniquilar a Hughes y apoderarse de Ekaia, mientras tanto trataría planes para su próxima jugada.

—El fin de la familia Hughes está cerca.

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—Pero díganos, Draco, ¿en qué podemos ayudarle?

El anciano hizo señas a un soldado cercano, quien rápidamente le entregó un portafolio desgastado.

—Encontré este mapa, y no sé hacia dónde se dirige. Algunos dicen que es una tierra maldita. Yo ya lo comprobé. Solo quiero encontrar la forma de adentrarme al lugar sin salir herido.

Osiris y Betsy contuvieron su alegría y actuaron con normalidad.

—Déjeme echarle un vistazo —pidio Osiris, tomando el mapa—. Se ve extraña su escritura. Si me permite estudiarla, podré confirmar si son o no tierras aptas para pisar.

—Es todo suyo chicas. Solo sean inteligentes y no quieran pasarse de listas.

—¡Cómo cree! Mi madre fue una mujer respetable, y nosotras fuimos criadas por ella.

—Entonces confiaré en ustedes.

Osiris y Betsy sabían lo que decían esas letras, pero optaron por guardar silencio mientras estudiaban el mapa con mayor detenimiento.

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—Viejo asqueroso de mierda, atreviéndose a amenazarnos cuando el es quien necesita de nosotras —rezongaba Betsy entre dientes.

—Ya, Bet, tranquilízate. Búscale el lado bueno a todo esto -comento Osiris acomodándose sobre la enorme cama, y con la vista en el mapa—. Obtuvimos el mapa, y cuando descubramos como adentrarnos al bosque nos largaremos de aquí.

La escritura del mapa era extraña para otros pero ellas estaba muy familiarizadas con este tipo de letras. Sin embargo Osiris ya no están muy segura de adentrarse a esas tierras desconocidas.

-—Ahora no sé si quiero ir a ese lugar —comentó de repente Osiris—. Ve lo que aquí dice.

—¿Qué dices, tonta? —Betsy se acercó y tomó el mapa para leer lo que las letras extrañas decían —Osita, a veces pienso que tu cerebro deja de funcionar por ratos.

—¡Oye, pero no me trates así!

—Iris, esa gente muere porque el mapa es la llave. Sin el mapa, estás muerto. Por eso madre y tía estaban en busca del mapa, porque sin él no podrán entrar al bosque a salvo.

—¡Ah, entiendo!

—Para próxima lee la letra pequeña, tonta.

—El viejo ese es astuto en no entregar el mapa a cualquiera. Sabía que madre le sería de mucha ayuda.