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—Quiero... Necesito sentirte dentro de mí —pidió Denix, mirándolo con ojitos suplicantes.

—Maldición, sabes exactamente cómo pedirlo, bebé —gimió Aker, abriéndose paso entre las piernas de Denix—. ¿Estás seguro? Porque a este ritmo, no sé si podré detenerme —comentó, clavando su mirada en esos ojitos esmeralda de su Omega—. Te deseo tanto... Te deseamos tanto, mi lobo y yo, bebé.

Denix no necesitó palabras para expresarse; sus acciones hablaron por él. Envolvió sus brazos alrededor del cuello de Aker, atrayéndolo hacia sí para dar paso a un beso calmado. Al mismo tiempo, enroscó sus piernas en la cintura del Alfa. La proximidad hizo que el miembro de Aker chocara con la húmeda entrada de Denix, que ansiosa expulsaba lubricante.

—A-Aker ~ hazme el amor —gimió Denix, sobre la boca del Alfa.

Aker gruñó excitado, separó ligeramente sus cuerpos y llevó su mano hacia abajo, tomando su erección firme para alinearla con la pequeña entrada de Denix. Mientras tanto, devoraba la dulce boca de su Omega, tomándose el tiempo de explorar cada rincón con su lengua.

—Si sientes alguna molestia o dolor, me lo dirás, y me detendré. Solo seguiremos cuando te sientas bien, ¿de acuerdo? —expresó, observando a su Omega con ese rostro sonrojado tan encantador, quien asintió en comprensión.

—Ss-sí, Alfa.

—De acuerdo, aquí voy —presionó la punta de su miembro hasta que se adentró. Colocó sus brazos bajo el cuerpo de su pequeño Omega, apoyando sus manos en sus hombros, y se adentró poco a poco, sintiendo cómo su erección era envuelta por ese canal tan apretado y cálido que lo recibía tan bien.

—D-duele —gimoteo Denix, cuando lo sintió completamente dentro sin un espacio que los separara.

—Ya va a pasar —jadeo Aker, mientras besaba sobre los párpados fuertemente cerrados de Denix—. Cuando ese dolor se vaya solo sentirás placer —prometió besando la boquita entreabierta de su Omega, quien gustoso le siguió el beso—. Solo deja que te acostumbres a la sensación.

Denix asintió torpemente, sintiendo su interior completamente lleno. Percibió cómo el miembro firme de Aker palpitaba en todo su esplendor, y cuando el escozor inicial disminuyó, se atrevió a moverse mínimamente. Con solo ese movimiento, una corriente placentera recorrió su cuerpo hasta llegar a sus zonas más sensibles.

—Mu-muévete —balbuceo tembloroso Denix dando suaves golpes en el hombro de Aker.

Aker obedeció, retirándose con lentitud tortuosa para luego entrar con el mismo ritmo, asegurándose de que Denix se sintiera cómodo con cada movimiento.

—¿Ya no duele? —pregunto en un jadeo ahogado.

Denix negó mientras apretaba sus ojos y murmuraba palabras ininteligibles.

Aker, entonces, volvió a saborear los dulces labios de su Omega mientras aceleraba los movimientos de su cadera, volviéndose más rápidos y precisos. Se encontraba rebosante de excitación, las cálidas y apretadas paredes anales de Denix lo aprisionaban de manera exquisita, llevándolo al borde de la locura.

—A-alfa ~ ma-más rápido.

Aker se retiró, arrodillándose en la cama, atrayendo el menudo cuerpo de su Omega hasta penetrarlo más profundamente. Sujeto la diminuta cintura con sus manos ásperas casi rodeándola por competo, y comenzó a embestir con ferocidad. Denix se estremecía con cada embestida rápida, mordiendo y apretando las sábanas a su lado mientras gemía frenéticamente el nombre de su Alfa.

—Ah-ah! ~ Aker ~ —gemía mientras su Alfa tomaba su pierna, depositando besos fugaces en el reverso de su rodilla antes de colocarla sobre su hombro. Con esa posición, sintió que él llegaba aún más profundo.

ωιʅ𝚍 𝙳єѕтιиу ♡•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora