₵₳₱ł₮ɄⱠØ ₵Ʉ₳ⱤɆ₦₮₳

385 29 7
                                    

<ᴄᴜᴇɴᴛᴀ ʀᴇɢʀᴇsɪᴠᴀ: 12 ᴅɪᴀS Para ʟᴀ sᴜʙᴀsᴛᴀ>

Dos días habían pasado desde la llamada y el plazo que les dieron para llegar al día de la subasta y tener todo preparado para el ataque. Todo marchaba bien en lo que concernía al experimento, cumpliendo con retrasar lo más posible la creación de la fórmula para despertar la parte dormida de la jerarquía normal. Aker engañaba a los Wood como fuera posible para retrasar la creación, inventando errores a propósito pero sin dañar la fórmula original, de modo que pareciera que había avances en cada uno de los experimentos.

Aker había ganado más respeto dentro del lugar, siendo el nuevo científico a cargo de ese experimento tan importante. Esto le permitía acceder a áreas restringidas. En una de sus inspecciones en busca de algo útil, encontró los expedientes de las especies Aquatálidas que habían estado allí. En ellos se detallaban los datos personales de cada uno, su lugar de origen, el nombre de sus familias y a qué raza pertenecían. Aker buscaba incansablemente el expediente de su Omega, deseaba saber más sobre él y su origen.

En su cuarto se acumulaban pilas de expedientes y registros de todos los que habían pasado por ese lugar. Con la ayuda de sus compañeros, revisaba minuciosamente cada uno, esperando encontrar el de su Omega. Sin embargo, no lograba dar con él. Quería saber de dónde provenía y sus orígenes, porque una vez fuera de ese lugar, lo llevaría de vuelta a su hogar, de donde nunca debió haber sido alejado para vivir esa horrible pesadilla.

Pero no encontró nada relacionado con él. En cambio, halló cosas que nunca imaginó encontrar, y menos en ese lugar. Entre los datos que revisó, encontró un archivo con información sobre todas las personas que participaban y realizaban compras durante las subastas anuales, además de las mafias relacionadas con el laboratorio que pedían convertir a los omegas normales en especiales. Ellos solo habían descubierto uno de los tantos carteles que participaban y patrocinaban el laboratorio, pero eran muchos más los participantes.

Lo que sorprendió a todos en ese momento fue un expediente de un comprador en particular que llamó su atención. Este expediente contenía documentación y facturas de años consecutivos en los que participaba, comprando por una ridícula suma de dinero a la especie Aqua subastada ese día.

—Maldito hijo de puta —bramó, Aker furioso.

Los agentes que revisaban los papeles esparcidos por el suelo lo miraron, confundidos, al verlo cerrar los ojos con fuerza y apretar el papel entre sus manos. Roger le arrebató el papel a Aker y entendió de inmediato el motivo de su actitud.

Se trataba nada más y nada menos que de su superior y jefe de la ORO. Aunque usaba un seudónimo, su fotografía era inconfundible para quienes lo conocían tan bien.

—Ese maldito, fingiendo rescatar y cuidar omegas, cuando él es uno más de esos asquerosos monstruos —comentó Roger con rabia—. Mi pregunta ahora es, ¿por qué está haciendo todo esto? ¿Qué intenta lograr si él también está involucrado?

Estaban confundidos con todo lo que estaba pasando. Cada vez que se inmiscuían en la investigación, se encontraban con sorpresas que los dejaban anonadados, y ahora ya no sabían cómo debían reaccionar.

Aker soltó una risa sarcástica; ahora todo le quedaba más claro. Al inicio de esta misión, le sugirió al jefe de la ORO investigar más y estar al tanto de a qué se enfrentaban al infiltrarse en ese lugar. Le había parecido extraño que, de un día para otro, llamaran a él y a su escuadrón para darles esta misión sin información y sin profundizar en la investigación. Solo sabían que se trataba de un laboratorio que experimentaba con una especie que se creía extinta, y les ordenaron destruir el laboratorio y rescatar a las especies. Ahora entendía la amenaza discreta que le hizo el jefe cuando quiso comenzar una investigación; no quería que descubrieran su sucio secreto.

ωιʅ𝚍 𝙳єѕтιиу ♡•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora