𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚞𝚗𝚘

3.1K 212 49
                                    

Ekaia se destacaba como una de las manadas más prósperas y poderosas en la región. Contaba con un impresionante número de guerreros que utilizaban para conquistar tierras vírgenes y explotarlas, lo que les permitió crecer y volverse prácticamente indestructibles. El actual líder, Orson Leroy Hughes, y su esposa, Misha de Hughes, celebraban con una fiesta ostentosa en su mansión el nacimiento de sus mellizos.

La pareja rebosaba felicidad ante el nacimiento de sus herederos, y lo demostraron con un banquete enorme. Invitaron a las manadas vecinas y a todo el pueblo, creando un ambiente festivo con música y bullicio que aumentaba con la llegada de la pareja, portando en sus manos a la nueva generación.

—¡Felicidades a la pareja líder! —gritaron en coro los invitados.

Las felicitaciones llegaban acompañadas de regalos y elogios para los recién nacidos, dos varones que encantaban a todos con su apariencia única. Eran notoriamente diferentes: uno con una cabellera tan oscura como la noche y el otro con un blanco puro como la nieve.

La cabellera blanca era herencia de antepasados ​​Lobos Árticos, quienes migraron debido a la escasez de alimentos hasta llegar a ese lugar, donde demostraron su fortaleza al poseer un lobo interior que les permitía transformarse. Utilizaron esta habilidad para superar a cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.

—¡Abran paso, la adivina está aquí! —exclamo un guardia llamando la atención de todos.

La gente guardó silencio de inmediato, centrando su completa atención en la figura mencionada. Entonces, una mujer elegante y hermosa se hizo visible, caminando con gracia. Su piel morena resplandecía bajo la luz del sol, y su cabello negro y ondulado caía en cascadas perfectas. Era la mujer más famosa y mencionada de la región, siendo una adivina de gran importancia y, además, una bruja blanca.

—¡Osiris, es un placer tenerla en nuestro humilde hogar! —exclamó con alegría Misha con el bebé de cabellera negra en sus brazos.

La mencionada solo asintió levemente llegando hasta ellos.

—El placer es mío, Señora Hughes —respondió educadamente dando una pequeña reverencia en respeto.

—¡Oh, no haga eso! —cuestionó Misha alterada.

La encaminaron a un lugar más privado para charlar más a gusto sin interrupciones, más específico a la habitación de Misha, Orson les siguió unos paso detrás de ellas quien iban charlando acerca de los bebés.

Osiris fue llamada para que presentara a los bebés a la Diosa Luna y los bendijera, por medio de un ritual que se llevaba a cabo en Luna Roja.

Osiris acepto encantada, viajo dos largos meses para llegar hasta ahí, este tipo de rituales a ella le encantaban, se dirigió hasta donde los bebés quienes se encontraban despiertos y energéticos en la enorme cama.

Osiris amaba a los bebés y más tratar con ellos, radiaban paz a su alma, tomo al bebé de cabellera negra en brazos y presiono un beso en su frente, luego tomo su manita derecha y presiono su pulso cerrando sus ojos. Y lo que vio la dejo desconcertada y aterrada, eso no era bueno, pero... ¿Como contarle a sus padres lo que este haría en un futuro? Ella solo se quedó en silencio, y sonrió forzadamente a Misha quien la observaba atentamente, le entrego al bebé que sostenía y tomo al otro; y con solo sostenerlo lo supo.

—Crece rápido bebé, alguien está ansioso esperando por ti —susurró al bebé, quien travieso tomo el collar de Osiris.

—¿Y que tal? —pregunto Misha ansiosa.

—Tengo que hablar con los dos —informo aún con el bebé en brazos que sostenía la cadena en sus diminutas manos.

Orson había salido de la habitación hace unos momentos, y fue entonces cuando Osiris se ofreció a ir a buscarlo. El bebé en sus brazos comenzó a llorar de hambre, así que se lo entregó a Misha y salió en busca del alfa.

ωιʅ𝚍 𝙳єѕтιиу ♡•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora