Enrik despertó con la claridad del sol directamente en su rostro, gruñendo ante la molestia. Obligándose a abrir los ojos, se adaptó a la luz del día y, más despierto, observó a su alrededor, registrando dónde estaba y al chico que lo había salvado el día anterior. Sin embargo, sus ojos se abrieron de par en par al notar la ausencia del campamento y del joven; solo quedaban las cenizas de lo que antes fue una fogata. Enrik se puso de pie, escudriñando el área hasta que vislumbró a lo lejos la silueta de un caballo con un jinete, el Omega, apenas distinguible por la capa que envolvía su figura.
—¡Oye, espérame! —gritó, corriendo detrás del Omega— ¡Denix, espérame!
Denix no lo volteó a ver, en cambio, aceleró el paso, y Enrik, al ver esto, corrió con todas sus fuerzas hasta alcanzarlo.
—Casi me deja —cuestionó, agitado por la carrera.
—Si no me dices, no me doy cuenta —ironizó—. Tal vez eso era lo que quería, ¿no crees?
—A ¿dónde vas? —contestó Enrik, ignorando la pregunta irónica del Omega.
—¿Qué te importa? —contestó áspero—. ¿Por qué me sigues? Si me fui sin despedirme, fue porque no quería cargar contigo —remarcó, observándolo de reojo.
—Oye, no seas grosero… solo preguntaba —habló incómodo por el comportamiento del Omega—. Quizás vayamos por el mismo camino.
—No voy a ningún lado —informó aún áspero—. Y si lo fuera, no querría tu compañía —remarcó.
—Pero es solitario viajar solo —comentó Enrik.
—No necesito a nadie, además, Bruno es un buen compañero de viaje —contó, acariciando al caballo.
—Enserio ¿A dónde vas? —pregunto insistente.
Denix suspiro con cansancio.
—Ya te dije, no voy a ningún lado… solo quiero alejarme lo más posible del lugar del que vengo —explicó, ahora mirando al alfa—. Solo sigo el camino que marqué en el mapa —contó, sacándolo de su pantalón para enseñárselo al alfa—. De ahí no sé hacia dónde iré, solo tracé una ruta que no dejará huellas visibles, por si me buscan. Llevo tres meses desde que salí de mi manada.
Enrik asentía, concentrado en el mapa y los caminos tachados que el Omega había recorrido. Se sorprenderá una vez más por todo lo que había atravesado solo, acompañado únicamente por el caballo llamado Bruno. En ese momento, Enrik detalló un lugar en específico.
—¡Oh!
Enrik se detuvo en plena caminata, captando la atención de Denix, quien lo miró con molestia, frunciendo el ceño al ver al alfa comenzando a bailar de manera extraña.
—¡Entonces sí existe! —gritó, saltando en su puesto—. ¡Selen tenía razón! ¡Sí existe!
Denix se bajó del caballo y caminó hacia el emocionado individuo que gritaba y bailaba, ignorando su efusividad mientras le arrebataba el mapa para continuar su camino.
—¡Oye, Denix! ¿Quieres ir a este lugar conmigo? —preguntó—. Es un pueblo de ensueño. Selen me habló de él cuando planeábamos escapar, y es un lu…
—No.
—¡Pero si no tienes dónde ir!
—Dije no —negó con firmeza.
Enrik lo ignoró y comenzó a hablar del lugar. —Es un pueblo soñado, donde no discriminan según tu género. Además, no hay líder y el lugar es hermoso.
—¿Cómo sabes que es hermoso si no has estado allí? Además, suena demasiado perfecto para ser verdad —comentó Denix.
—¿No quieres alejarte? ¡Este lugar está súper apartado de tu manada! —habló emocionado—. Selen quería escapar conmigo a ese sitio, para que su padre nunca nos encontrara. Déjame decirte que este lugar no se encuentra en todos los mapas. Imagino que al ser tu padre un líder, tenía conocimiento de este sitio —comentó—. En serio, Denix, es un lugar del que no cualquiera tiene conocimiento.
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ωιʅ𝚍 𝙳єѕтιиу ♡•°
Romance"𐐛օ 𝚙𝖊օ𝔯 𝒹𝖊 𝗎𝖓ɑ 𝘵𝔯ɑⅈcⅈօ𝖓 𝖊𝓼 𝒒𝗎𝖊 𝖓𝗎𝖓cɑ vⅈ𝖊𝖓𝖊 𝒹𝖊 𝗎𝖓 𝖊𝖓𝖊mⅈ𝓰օ" Denix fue testigo de ello, cuando su propia familia traicionó el amor y el respeto que él poseía por ellos... Sus verdugos, su padre y hermano mellizo. Su padr...