CAPÍTULO 9.
Matt:
—¿Que tiene? —Le pregunto inmediatamente al hombre con túnica blanca que sale de mi habitación.
—Saberlo no es tan fácil como parece. A simple vista no tiene heridas físicas, a excepción del pequeño corte a un lado de su cabeza. —Dice lo que ya se.
—No, la forma en la que gritaba y se quejaba no puede ser por eso. —Digo cruzando los brazos sobre mi pecho.
—Mientras ella no despierte, y pueda evaluarla con mas detenimiento, no hay mucho que podamos hacer. Tome una muestra de sangre y le recete algunos analgésicos para calmar el dolor del golpe, debe tomarlos cuando despierte. Y Debes seguir monitoreándola cada una hora. —Anota algo en un papel que me extiende— Si vomita debes llevarla al centro medico más cercano o me llamas y vendré enseguida. —Me informa antes de estrechar mi mano y dirigirse a la salida.
Una vez el médico se marcha, suelto el aire y por encima de mi hombro llevo la mirada, hacia la puerta de mi habitación.
—¿Qué estas haciendo Matt? Esto no acabara bien para ti y lo sabes. —Hablo para mi mismo, sacudiendo la cabeza, en negación.
Vuelvo a suspirar y esta vez me volteo hacia la puerta, la observo dormida en mi cama y debo admitir que pese a las circunstancias, me gusta verla allí, enredada entre mis sábanas.
Bajo la mirada a su pequeña mano que cae a un lado de la cama y mientras la recorro con la mirada, como un jodido acosador, una sensación extraña se arremolina en medio de mi pecho al verla tan vulnerable. Su pecho sube y baja con respiraciones lentas y pausadas. Nada comparado con lo de hace unas horas.
La escucho suspirar, y me acerco hacia la cama, levanto su brazo que cuelga a un lado y la cubro con la cobija, deteniendo mis ojos en su rostro, que en este momento, no se si sean ideas mías o no, pero se ve demasiado pálido.
No entiendo porque, pero me preocupa, debo admitirme a mi mismo, que me preocupo lo de hace rato, casi tanto como me preocupa lo que logra despertar en mi.
Cuando comenzó a gritar que le dolía, y a removerse sujetando su cabeza, inmediatamente pensé que tenía alguna herida física, una herida de bala o incluso una puñalada. Pero cuando la revise no encontré nada. Ni siquiera el médico sabe decirme que demonios tiene.
—Dime, entonces... ¿Qué tienes Lucy?—Susurro apartando el cabello de su cara.—¿Y que rayos estas haciendo conmigo, preciosa?—Pregunto antes de apoyar mi mano sobre su cabeza y acariciar su frente con mi pulgar.
Pasados unos minutos de velar el sueño de la mujer que se ha cknvertido en mi karma, salgo de la habitación y cierro la puerta tras mi espalda, antes de caminar hacia la sala donde me dejo caer en el sofá con pesadez. Tiro la cabeza hacia atrás un momento y suspiro.
Vuelvo a soltar una bocanada de aire y tomo el teléfono cuando vibra con insistencia en el bolsillo de mis pantalones.
—¿Que pasa Peter? —Pregunto tan pronto respondo la llamada.
—Jefe, tenemos un problema con un cargamento. —Dice y presiono mi frente con dos dedos, mientras niego con la cabeza.
«Todo tengo que hacerlo yo, maldita mierda.»
—¿Que clase de problema? Se mas específico.
—Uno de los nuevo chicos del grupo de Frederick, lo encontramos fotografiando el cargamento que iba para los rusos, lo tenemos en una de las bodegas. Pero jefe... tiene un tatuaje de los tres puntos en la mano derecha. Trabaja para Kai jefe. —Me asegura y suspiro.
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La obsesión del Mafioso. © (TERMINADA)[Aún Para Corregir] +21
Romance✨️No la merezco, pero aun asi me pertenece.✨️ Lucy Morrison es una joven estudiante de artes visuales, quien tras la muerte de sus padres y su hermana, decide empezar una nueva vida en Los Angeles. Pero tristemente, nunca imagino que la vida, tenía...