La obsesión del Mafioso. © (TERMINADA)[Aún Para Corregir] +21

✨️CAPÍTULO 46

CAPÍTULO 46.

Lucy:

Giro lentamente sobre mi espalda y observo al hombre dormido a mi lado. Suspiro y sonrío sin dejar de mirar su rostro, sintiéndome la mujer más afortunada del planeta.

Matt suspira en medio de su descanso y deslizo mi mano acariciando su alborotado cabello con mis dedos. Sus ojos permanecen cerrados y cubiertos por esa espesa cortina oscura que son sus pestañas. Su boca es una tentación andante, que no puedo evitar cuando deslizo la yema de mis dedos por sus labios.

—Te amo cariño—. Susurro y beso su mejilla antes de ponerme de pie.

La brisa fresca de la madrugada acaricia mi cara tan pronto salgo al balcón. Las estrellas cubren el cielo, y la luna brilla en lo alto, tan blanca y tan radiante que vuelve el paisaje digno de retratar.

Envuelvo mi cintura con mis brazos y llevo la mirada al cielo, preguntándome si tal vez, solo tal vez, mis padres y mi hermana me observan ahora mismo.
Siempre he creído que me han acompañado en todo momento, pese a que tuvieron que marcharse antes de tiempo. No voy a mentirme a mi misma al decir que lo supere, porque no es así. Nunca voy a superarlos. Los extraño y mucho. Pero pese al dolor que me causa su ausencia, he aprendido a lidiar con ello, a sobrellevarlo y aceptarlo.

Las cosas han cambiado tanto en el último año que llevo de conocer a Matt. Me he salvado de la muerte en varias oportunidades, he conocido lo que es el amor verdadero, y he aprendido a valorar cada segundo de mi vida junto a las personas que amo. El ha sido mi salvador en más de un sentido y en tan solo dos dias voy a convertirme en su esposa. —Sonrió—.

—Mamá, papá, Lara... voy a casarme—Comienzo— Estoy bien, encontré a una persona que le ha vuelto a dar sentido a mi vida, que me ama y cuida de mi. Y estoy segura de que si estuvieran aquí, lo amarían tanto como yo—. Susurro observando el cielo.

Dos segundos después el calor de unos brazos me rodean desde atrás, envolviendo mi cuerpo entre la calidez de sus músculos cuando presiona su pecho contra mi espalda.

—¿Hablando sola preciosa? ¿Debería preocuparme?—Susurra sobre mi oído antes de besar mi mejilla y colocar su mentón sobre mi hombro.

Sin voltear, recuesto mi cabeza sobre su pecho y vuelvo la mirada hacia el cielo estrellado.

—Hablaba de ti, con mi familia—. Explico y por un segundo guarda silencio.

—Entiendo... espero que les hayas dicho cosas buenas. Ya sabes... sobre lo genial y apuesto que soy, o lo loca que te tengo—Dice acariciando la piel de mis brazos con sus pulgares sin dejar de abrazarme.

—En realidad les decía que eres un engreído, pero que aún así te amo y acepte convertirme en tu esposa. —Respondo y tras reír besa mi cabello.

Suspiro ante el gesto y el contacto de sus fuertes brazos que me rodean de forma protectora, haciéndome sentir segura.

Se que mientras Matt este conmigo, nada ni nadie puede lastimarme, eso me quedo más que claro después del incidente de hace un mes en ese horrible lugar. Ahora comprendo que en la vida no todo es de color negro o blanco, hay matices. Existen los grises y en ocasiones para evitar que un mal mayor triunfe o hiera a quienes amas, debes ensuciarte las manos. Amo a Matt, no me importa a que se dedique, no me importa si lo he visto matar o no. El es mi lugar seguro y yo soy el suyo.

Lentamente me giro para verlo a los ojos y debo alzar la mirada ya que es demasiado alto y mi barbilla solo logra alcanzarlo hasta el pecho. Sus ojos me observan con tanto amor que casi siento la calidez de su mirada acariciar mi corazón. Sonríe y desliza sus nudillos acariciando mi mejilla. Mis ojos se cierran por una fracción de segundo antes de volver a abrirlos cuando habla.