Capitulo 1.
Lucy:
—¿Recuérdame porque estoy haciendo esto? —Pregunto acomodando con una sola mano, la falda de mi vestido negro con lentejuelas, volteándome hacia mi amiga, que retoca su maquillaje frente al espejo.
—Porque tienes veintidós años, eres amargada, solitaria y no voy a dejar que sigas virgen. ¡Además esta en la lista!—Me reprocha y la observo entrecerrando los ojos.
—¿Quien dijo que soy virgen? —Respondo antes de lanzarle una patata frita del envoltorio que sujeto en mi mano.
—Llamalo... —finge pensar llevando la mano a su barbilla—¡intuición!—Ríe y le lanzó otra patata.
—¡Dios! ¿Como puedes comer esas porquerías y tener esa figura? —Pregunta señalando mi "cena."
Ruedo los ojos y encogiendo uno de mis hombros me vuelvo hacia el espejo.
—No es como si me sirviera de mucho a largo plazo el cuidar mi dieta. Ya sabes... —Me rio haciendo un gesto con la mano, restando importancia al tema.
Meto la mano en la bolsa de frituras y llevo otra patata a la boca pero el sollozo de Jess tras mi espalda me hace girarme.
Alzó las cejas y maldigo internamente cuando la veo limpiar con el dorso de su mano las lágrimas de su mejilla, mientras junta de mala gana el maquillaje de encima del tocador, lanzándolo dentro del bolso.
—Lo siento. No te pongas así, sabes como soy.—Intento disculparme y alza una mano para que haga silencio, antes de voltearse nuevamente hacia mi.
—Sabes... no sirve de nada que te disculpes cuando ni siquiera eres sincera. No es la primera vez que haces esto. Te quiero, eres una de las personas más importantes que conozco y me duele escucharte hablar así, como si no hubiera solución como si...
—Porque no la hay Jess... y lo sé, a veces me paso con mi humor negro, lo lamento, supongo que es mi forma de lidiar con todo esto. Pero hablo enserió cuando digo que debes asumir la realidad Jess, el día llegará y...
—¡Basta! No quiero hablar de eso ahora! —Se molesta y bufa, apartando las lagrimas de su cara, antes de volver a sacar el polvo comparto del estuche en su mano.
La observo un instante y tierno los labios antes de suspirar resignada a que el tema esta cerrado, al menos por hoy.
—Bien... —Respondo y le sonrió, y vuelve a bufar cuando me acerco empujandola con mi cadera de forma juguetona.
—¿Me pones un poco de eso? -Señaló el rubor en su mano.
—¿Dejarme maquillarte es tu manera de sobornarme para que ya no te regañe? — Pregunta alzando una ceja y sonrió antes de asentir con la cabeza en afirmación.
—¿Funciona? —indago y estrecha los ojos observándome, hasta que me apunta con...- sea lo que sea, que tiene en la mano-.
—Solo si me dejas hacer de ti una señorita.—Advierte apuntándome con un objeto que parece una pinza, con la cual se presiona y estruja las pestañas.
—Seré toda tuya, pero ya deja esa cara larga—. Digo revoloteando las pestañas, antes de sujetar sus mejillas, logrando al fin que se ría.
Sus ojos brillan y suspiro tomando asiento frente al tocador, mientras mi mejor amiga, ahora mas animada, comienza a sacar una tonelada de cosméticos que no tengo ni idea de para que sirven.
—Serás la envidia de todas, ya veras—. Promete y vuelvo a poner los ojos en blanco antes de fingir una sonrisa.
La idea de salir de fiesta no es algo que me atraiga mucho. En realidad solo accedí por la insistencia de Jess, quien aseguró que era una de las tantas cosas por hacer en nuestra lista de "antes de...".
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La obsesión del Mafioso. © (TERMINADA)[Aún Para Corregir] +21
Romance✨️No la merezco, pero aun asi me pertenece.✨️ Lucy Morrison es una joven estudiante de artes visuales, quien tras la muerte de sus padres y su hermana, decide empezar una nueva vida en Los Angeles. Pero tristemente, nunca imagino que la vida, tenía...