CAPÍTULO 37.
Matt:
Camino de regreso a la clínica tras tomar una larga ducha, afeitarme y vestirme con ropa decente, me detengo a un par de calles para recoger el obsequio para Lucy.
-Tu espera aquí. -Ordeno al perro que masca uno de mis zapatos sobre el cuero del asiento trasero.
En esta ultima semana he descubierto que el cuero italiano es su favorito.
Cuando la vendedora me entrega lo que vine a buscar, observo que sea lo que pedí y luego vuelvo a meter todo en la caja. Pido que lo envuelvan para regalo y salgo en dirección al coche.
Ha pasado una semana desde que Lucy despertó y se supone que hoy le darán el alta y podrá llevarla a casa. He instalado un nuevo sistema de seguridad, al igual que cámaras a la redonda de la manzana y aunque no me guste la idea también incremente el personal que recorra la zona en caso de que ese hijo de puta aparezca.
He estado haciendo averiguaciones y efectivamente el maldito pelea en las jaulas. Y aparentemente es bastante bueno. Pronto veremos si lo es tanto como yo.
Aparco en el estacionamiento de la clínica y tomo el regalo del asiento del acompañante. Abro la puerta trasera y Boris baja dejando de lado el baboso zapato. Se que a ella le encantará ver a esta bolsa de baba. Aunque tuve que hacer algunas llamadas para que lo dejaran entrar.
Mientras subimos por el ascensor observo , reviso los mensajes y correos en mi celular. La próxima semana tenemos un trabajo y tengo que ocuparme de algunos asuntos del club también. Al menos tendré la tranquilidad de que mi chica estará a salvo en nuestra casa.
«Nuestra casa... »
Sacudo la cabeza incrédulo. Nunca antes pensé decir esas palabras, pero la realidad es que se siente demasiado bien. Que Lucy se mude conmigo era algo que tenia pensado pedirle, desde que regresamos de Nueva York, aunque nunca imagine que diría que si. No al menos sin un "pero" de por medio. Pero mírame ahora, a punto de llevarla conmigo. Incluso tenemos un maldito perro.
Cuando llego a la puerta de la habitación, mis hombres me observan un instante y luego asienten antes de que uno de ellos Roger se acerque.
-Señor... lo siento pero la señorita Morrison dio la orden y no pudimos hacer nada. Usted dijo que debíamos acatar lo que ella diga. -Explica y junto el ceño, mientras el perro a mi lado gruñe bajo, mientras mira la puerta cerrada de la habitación.
Aparto al hombre y cuando abro la puerta me detengo en el umbral un momento, al tiempo que las personas dentro, inmediatamente se giran y me observan.
Sujeto la correa del rottweiler que gruñe y si por mi fuera lo dejaría desgarrarle la garganta al hijo de puta sentado en el sofá junto a la cama de mi mujer.
-¡Cariño! ¡Boris! -Se emociona ella y suspiro intentando calmarme para no afectarla.
El medicucho me da una mirada nerviosa, cuando nota que no le aparto los ojos de encima mientras me acerco a dejar sobre el sofá lo que traje para Lucy y luego me acerco a la mujer que llama al perro que menea la cola animado y llora cuando la ve.
-Lamento la demora bebé. -Beso los labios de mi chica, y lo que en un principio, seria un beso suave, se convierte en un beso feroz y posesivo, cuando le devoro los labios frente al imbécil que aparta la mirada.
Ella sonríe cuando me aparto y vuelve la atención al perro, mientras me siento a su lado en la cama y sujeto su mano.
-Y dime Josh... ¿Cómo llegaste hasta aquí? Es una clínica privada y el perímetro al igual que las visitas están limitadas. -Digo y Lucy presiona levemente mi mano en advertencia.
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La obsesión del Mafioso. © (TERMINADA)[Aún Para Corregir] +21
عاطفية✨️No la merezco, pero aun asi me pertenece.✨️ Lucy Morrison es una joven estudiante de artes visuales, quien tras la muerte de sus padres y su hermana, decide empezar una nueva vida en Los Angeles. Pero tristemente, nunca imagino que la vida, tenía...