Epílogo.
Matt:
Sujeto fuerte la mano de Lucy mientras los médicos arrastran la silla de ruedas dentro de la sala de parto. Ella se queja y presiona mi mano con fuerza. La observo preocupado cuando noto la expresión de su rostro y su respiración entrecortada.
Nunca antes la he visto así y me aterra verla sufrir de este modo.
El estómago me da un vuelco y paso saliva cuando entro a la pequeña habitación y veo todo lo que hay dentro, y sobre todo la extraña camilla que más que una camilla aparece una silla de tortura con posa pies y todo incluido.
¡Mierda! No se que carajo me pasa, no es la primera vez que veo objetos filosos ni agujas, pero la idea de que se utilicen en mi mujer no es algo que me agrade, pese a que se que no es con intención de herirla. Lucy suelta un quejido en el insta te en que la pasan a la extraña camilla y le doy una mirada de advertencia al médico que palidece cuando nota mi mirada fría puesta sobre el.
No son necesarias las amenazas, saben que si algo le pasa a ella o a mi hijo, están muertos todos.-¡Maldición cariño! ¡Deja de intimidar al doctor!-Me regaña Lucy aferrándose a mi mano y apretando los ojos.
-Solo me encargo de que sepan lo que les pasara si algo malo te pasa a ti o a nuestro hijo. Odio que sufras de esta forma -Digo y tras suspirar y respirar profundo me mira.
-Cariño... -Murmura con vos temblorosa y la respiración agitada. -Si hay alguien a quien culpar de mi dolor es a ti, tu me embarazaste. -Sonríe y casi me rio si no fuera por el miedo que siento cuando tira la cabeza hacia atrás y se queja nuevamente.
-Pues no te escuche quejarte cuando lo hice preciosa. -Digo y me mira estrechando los ojos.
-Enserio... compórtate o... -Las palabras se le cortan cuando otra contracción la hace gruñir bajo y aferrarse con fuerza a mi mano.
Los doctores hablan entre ellos anunciando que ya viene el bebe, y la ansiedad empieza a volver el aire pesado, mi corazón golpea dentro de mi pecho y siento como poco a poco el aire me falta.
Lucy comienza a pujar siguiendo las indicaciones del doctor y verla sufrir asi desestabiliza todo mi cuerpo que por primera vez en toda mi maldita vida empieza a temblar. Mi visión se vuelve borrosa y siento que voy a vomitar hasta que de pronto siento que alguien atrapa la tela de mi camisa. Parpadeo y bajo la mirada hacia mi mujer que me mira como si quisiera matarme.
-Eres un asesino despiadado, un peleador experto y has matado a mas personas de las que probablemente puedas recordar, así que... ¡No te atrevas a desmayarte en el parto de tu hijo! -Murmura entre dientes apretando con su mano la tela de mi camisa.
Sus ojos azules lucen oscuros por lo dilatados que están, gotas de sudor cubren su frente y suspiro antes de asentir y sujetar con firmeza su mano.
-Tranquila no lo hare. No después de ese discurso bebé. -Respondo y asiente volviendo la atención al frente cuando otra contracción la hace encorvarse.
Vuelvo a pasar saliva mientras me contengo para seguir de pie, repitiéndome las palabras de Lucy una y otra vez. He matado, he torturado y roto más cuellos de los que puedo recordar, no puedo perder el control ahora.
Al paso de los minutos el sonido de un llanto me sacude sacándome de mis pensamientos cuando levanto la mirada y mis ojos se encuentran con el pequeño ser que sostiene el médico entre sus manos.
Me inclino para observarlo cuando se lo acercan a Lucy que llora y lo acuna sobre su pecho agitada y consternado observo la pequeña figura acurrucada sobre el pecho de mi mujer.
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La obsesión del Mafioso. © (TERMINADA)[Aún Para Corregir] +21
Romance✨️No la merezco, pero aun asi me pertenece.✨️ Lucy Morrison es una joven estudiante de artes visuales, quien tras la muerte de sus padres y su hermana, decide empezar una nueva vida en Los Angeles. Pero tristemente, nunca imagino que la vida, tenía...