La obsesión del Mafioso. © (TERMINADA)[Aún Para Corregir] +21

✨️CAPÍTULO 47

Matt:

Acomodo la solapa de mi traje mientras mis manos se hacen puños y vuelven a abrirse una y otra vez cuando recorro con la mirada a las personas frente a mí.

—Luces nervioso. —Habla Iván a mi lado. —No creo que Lucy se arrepienta, ¿Verdad?—Se burla el idiota y lo observo estrechando los ojos.

—¡No me jodas! O te pateare el culo. —Murmuro entre dientes y se ríe.

—¡Ya déjalo en paz Iván!— Dice Sebastián cruzando los brazos sobre el pecho, también de pie a mi derecha.

—Solo bromeo.—Se ríe levantando las palmas de sus manos.

—En lugar de joderme deberías ir pensando en poner un anillo en el dedo de Lena antes de que termine por mandarte al demonio, ya solo faltas tu y Logan. —Digo y lo veo desviar la mirada hacia la puerta por donde entra Lena.

Sonríe y me entrega la pequeña caja negra con las alianzas.

—Como lo pediste galán. Especialmente para tu chica. Y tranquilo, son exactamente lo que pediste—Me guiña un ojo y abro la caja observando las joyas de oro blanco con pequeños diamantes al rededor.

—Gracias. —Susurro y junta el ceño como si acabara de decirle quien sabe que cosa.

—¡Carajo! Me gusta este nuevo Matt. —Responde y blanqueo los ojos.

—Si... como a todos, pero ya estoy reservado. —Me burlo y suelta una carcajada antes de palmear mi hombro y con la mirada señalar su mano.

—También yo. —Farfulla y bajo la mirada a lo que me enseña.

Enarco una ceja cuando me deja ver la pequeña caja roja que vuelve a meter en su bolsillo. Me guiña un ojo y blanqueo los ojos cuando vuelve a palmear mi brazo antes de marchase cuando Lena lo llama haciendo un gesto con la mano.

Vuelvo la mirada a mi alrededor y suspiro. Nunca antes he estado tan nervioso, ni siquiera cuando asesine por primera vez. Sebas me da una sonrisa de lado y vuelve la atención hacia la puerta esperando por su mujer. Como siempre no puede perderla de vista por mucho tiempo.

—Luces como si estuvieras a punto de vomitar. —Murmura sin quitar la vista de la puerta y lo miro estrechando los ojos intentando descifrar si se está burlando o si de verdad se nota que estoy esforzándome por no vaciar mi estomago sobre mis jodidos zapatos.

—¿Tu también?—Indago al ver que se sonríe y bufo. —¡Estoy bien! Al menos yo no me case a escondidas en otro país —Digo ajustando la corbata que se siente ajustada como la mierda.

Mi hermano se carcajea y me da una mirada rápida antes de desviar su atención hacia donde están sus hijos. Luego vuelve a mirar la puerta.

«Jodido controlador.»

Suspiro y desplazo la mirada hacia las personas frente a mí, El diablo y la señora Amelia, están sentados en la primera fila, con los mellizos de Sebas e Issa junto a ellos. Cassiano Rinaldi asiente en mi dirección y le devuelvo el gesto. La señora Amelia me sonríe observándome con la mirada brillosa y casi sonrió. Esta es mi familia, ¿disfuncional? Si, por supuesto. Pero es mi familia al fin y al cabo.

Miro a la pequeña Sara que lleva un bello vestido amarillo claro, y permanece sentada junto a Caín, que parece su escolta personal, mientras Damon es sostenido por su abuela.

Tanto Damon pese a ser el mas pequeño como Caín, ambos mantienen su clásica expresión serena y alegre, mientras que su hermana, parece perdida en el blanco de las flores que adornan la columna del podio en el que me encuentro, mientras su rostro serio y sus ojos desiguales reflejan la viva imagen de su padre, solo que camuflada bajo ese rostro angelical.