Contrapuntos del Corazón (Sodo x Swiss- ghost band)

XI

Sodo, después de que Swiss le propusiera hablar de cómo se sentía, levantó la mirada con sorpresa...

—Bueno... yo... supongo que es por las cosas del pasado...

—¿Quieres contarme sobre eso? Podemos ir a un lugar más privado... si te es más cómodo.

—Sí... supongo que eso estaría bien... —Dijo el menor mirando a Swiss con una leve sonrisa inconsciente en su rostro.

Se levantaron juntos y fueron a la habitación de Swiss; este último preparó té para ambos y se sentaron en la mesa de la pequeña sala de estar que tenía el cuarto para hablar.

—¿Y bien?

Preguntó el mayor para volver a la conversación de antes. Sodo se veía algo preocupado, pero algo le transmitía seguridad cerca del moreno.

El menor, con algo de dificultad, comenzó a contarle al moreno sobre cómo había sido su infancia, sobre la falta de su padre, sobre lo excluido que estaba de los demás e incluso sobre Isak; con ese tema no entró demasiado en detalle, se lo contó de la forma más superficial posible y hasta así se sintió tan mal mientras hablaba que comenzó a llorar. El mayor, a su lado, acariciaba su espalda en un intento de consolarlo, con comprensión y transmitiéndole seguridad. Finalmente, Sodo terminó de contarle a Swiss sobre su pasado.

—Y por eso... siento que ahora no puedo mejorar las cosas, sigo teniendo los mismos malditos problemas... y-yo... no sé qué hacer para cambiarlo... no... no hay nada que pueda hacer realmente.

—Bueno, si lo ves así, puede ser un problema... pero quizás deberías pensarlo de otra manera... ahora tienes a Copia, que está siempre para apoyarte y es como un padre para ti... no vas a perderlo solo porque no puedas contarle lo que está pasando ahora y Rain... no es la misma situación con él, Rain es un buen chico y no sería un problema tan importante si supiera cómo te sientes... Si comparas el pasado con el presente... realmente mejoraste muchísimo, Sodo, nunca vamos a dejar de tener problemas, ese no es el objetivo de vivir, el objetivo es saber valorar lo que sí puedes disfrutar... Entiendo que enfrentar el pasado y el presente no es fácil. Pero quiero que sepas que estás progresando, incluso si no lo ves de inmediato.

El menor se quedó pensando un momento... mirando al mayor con los ojos llorosos.

—Quisiera poder acelerar todo este maldito proceso. Es como si mi pasado no me dejara avanzar en nada.

—La superación lleva tiempo, y cada uno tiene su propio ritmo. Pero mira lo lejos que has llegado. La fuerza que tienes para hablar de esto es un paso gigante. —Afirmó el mayor acariciando la mejilla de Sodo.

—Supongo que sí. Pero siento que siempre hay algo que me impide avanzar por completo.

—Bueno, todos llevamos nuestras cicatrices, pero eso no define quienes somos, cariño...

El moreno abrazó a Sodo acariciando su cabello y su espalda, conteniéndolo para que se sintiera mejor.

El castaño seguía llorando mientras pensaba en su vida, abrazando al mayor; sintiéndose reconfortado y protegido entre sus brazos.

Siguieron hablando un buen rato hasta que se hizo muy tarde, cerca de la una de la mañana. Sodo volvió a su habitación y se quedó dormido; habían tenido un día cansador y mañana darían el concierto, así que tenía que descansar bien.

Por la mañana, el sol entró iluminando las habitaciones de todos. Sodo se levantó emocionado, se dio un baño rápido y salió de la habitación. Mientras estaba poniéndole seguro a la puerta, Swiss salió de su cuarto. Se miraron y rieron juntos; era gracioso que se hubieran levantado al mismo tiempo. Los dos estaban un poco tarde. Bajaron las escaleras hablando y, al llegar, ya estaban todos sentados en una mesa desayunando y hablando entre ellos. Los chicos se sumaron, sentándose justo uno al lado del otro.