IV

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Después de todo lo que pasó esa noche con Swiss, Sodo volvió a casa reflexionando sobre lo que había hecho, se había sentido realmente mal en ese momento y en busca de consuelo, se liberó con Swiss. ¿Acaso estaba usándolo? Todo esto lo tenía algo confundido y para ser sincero, le daba bastante culpa también, no quería aprovecharse así del mayor, sabiendo como este lo había cuidado y como se preocupaba por él, además de que le daba miedo como iba a relacionarse con él a partir de ahora.

Toda la situación le traía recuerdos de su infancia y su pasado...

De pequeño Sodo había pasado una infancia bastante solitaria, no tenía muchos amigos en la escuela y su padre, con quién mas se había encariñado durante su infancia, pues era quién siempre jugaba con él, lo ayudaba mucho con todo lo que necesitara y estaba muy presente siempre en su vida, en cambio su madre no era muy cercana a él, claro que no lo trataba mal pero no tenían mucha confianza, ella tenía una actitud algo fría hacia el pequeño, pues realmente no planeaba tener un hijo cuando quedó embarazada y no tuvo la opción de decidir no tenerlo, su familia la hubiera presionado demasiado así que prefirió tenerlo a pesar de no estar preparada, además de que su pareja, el padre de Sodo, estaba feliz con el embarazo.

Así Sodo creció muy apegado a su padre, pero cuando cumplió 9 años, tuvo un accidente repentino, fue atropellado y murió casi al instante, fue algo devastador para el niño, jamás hubiera esperado perder a su padre de esa manera. Mientras que su madre, quedó destruida, ahora tendría que criar sola a su hijo y buscar lo antes posible un trabajo, todo esto con el terrible dolor de haber perdido a su marido. La situación la distanció a un más de Sodo, ahora tenía que estar trabajando la mayor parte del día y el pequeño no tenía ninguna compañía en casa, se la pasaba solo y extrañaba tanto a su padre...

En la escuela no era muy diferente, la mayoría de los niños se mantenían alejados de él, ya que no era como los demás, era un poco más "afeminado" que los demás, pero las niñas no lo incluían demasiado, después de todo era un niño más y preferían relacionarse solo entre ellas, mientras que los niños siempre lo rechazaban por su personalidad más "femenina", lo veían raro. Y así pasó gran parte de su niñez.

Hasta el día en que comenzó el secundario, a sus 15 años, pues en un nuevo colegio nadie se conocía, sin embargo, Sodo no se incluyó al principio, estaba acostumbrado a ser aislado así que no sabía como incluirse él solo, todos comenzaron a hacer amigos y el aún estaba solo. Pero había un niño que se había hecho más popular entre sus compañeros rápidamente, se llevaba con todos en la clase y un día se acercó a hablar con Sodo.

—Hola... ¿Qué tal? Mi nombre es Isak —Le dijo el chico a Sodo con una sonrisa, extendiendo su mano para saludarlo. Isak era un par de años mayor, ya que se había quedado de año dos veces, por lo que tenía varios amigos mayores en los dos cursos posteriores. Además era de una familia con bastante dinero.

—Ho-hola... todo bien, mi nombre es Sodo. —Respondió en menor, tomando la mano de Isak con algo de inseguridad, pero feliz por dentro, pues nunca se acercaban a hablarle.

—'¿Quieres venir a jugar con los chicos? estamos por jugar Vóley afuera

—¿¿D-de verdad?? ¡¿Yo?! D-digo... claro ¿Por qué no?

Se dibujó una sonrisa aliviada en el rostro de Sodo, soñaba con ser incluido por alguien y así, el mayor lo presentó con los demás chicos y jugaron todos juntos, fue algo muy divertido e hizo que Sodo se volviera cercano a todos en poco tiempo, especialmente a Isak, desde ese día comenzó a juntarse con el grupo de chicos de su nuevo amigo e inesperadamente era agradable para los demás compartir con él.

Un día durante el almuerzo, Isak lo invitó a comer con un grupo diferente, eran chicos de 3° año, tenían entre 18 y 19 años, habían ido a un lugar apartado de los demás en el colegio, estaban en la parte de atrás del edificio y nadie solía pasar por ahí, se sentaron en ronda y empezaron a comer normalmente, hasta que uno de ellos sacó un paquete de cigarrillos y algunos le pidieron, entre ellos Isak, quien se sentaba a su lado, Sodo se puso un poco incómodo pero trataba de disimularlo, le gustaba la idea de juntarse con los chicos mayores.

Contrapuntos del Corazón (Sodo x Swiss- ghost band)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora