Contrapuntos del Corazón (Sodo x Swiss- ghost band)

XXXIV

Hace calor..., está húmedo...., el alcohol hace que cada sonido retumbe en mi mente y el cuerpo me queme por dentro. Estas manos, grandes y fuertes parecen querer tomarme y proclamarme como suyo... Su boca en mi pecho busca devorarme y la presión de su cuerpo contra el mío... me hace tan vulnerable a su tacto.

—Mhh... Sodo... —susurraba el moreno mientras sus manos recorrían el cuerpo de su compañero, su pecho..., esa delgada cintura..., las anchas caderas y los muslos carnosos; la piel blanca y suave, que se iba poniendo de un tono rosado por cada lugar por el que pasaban sus dedos.

—A-ahh... Swiss~ mghh~ —se quejaba Sodo, arqueando su espalda hacia atrás y entregándose al mayor.

La humedad y calidez en la lengua de Swiss, que mientras sus labios succionaban, esta frotaba en centro con intensidad, manteniendo su sensible cuerpo en un constante estado de éxtasis.

—Me gusta~ ¡aagh~!—Gemía el menor.

La boca del moreno, dejando una huella de humedad a su paso, se dirige hacia el otro pecho de Sodo, sus labios se ciernen sobre su pezón, lamiéndolo y chupándolo con avidez, alternando entre suaves mordiscos y lamidas húmedas. Mientras tanto, su mano continúa pellizcando, frotando y estimulando el que dejó solo, las piernas de Sodo se abren y cruzan en la cintura del moreno, temblorosas, pegando su pelvis a su trasero y ejerciendo presión, sintiendo como el miembro duro y cálido del mayor se le clava como una estaca afilada, buscando perforar. Las caderas de Swiss empiezan a moverse, frotando su miembro en el cuerpo del más pequeño.

—Mierda... lo haces apropósito... —Articuló, resistiéndose a la tentación que Sodo le servía despiadadamente en el plato.

Empezó a bajar sus labios, besando y lamiendo, separó su pelvis del castaño y pasando con su lengua por sus costillas, levemente marcadas, por su abdomen, suave y delicado, mientras sus manos recorren cada lugar por el que pasa; llega hasta la pelvis y se detiene un momento ahí, se separa de la calidez en la piel de Sodo por un momento y un hilo de saliva mantiene la unión por unos segundos antes de cortarse, Swiss, con deseo tomó las caderas del menor entre sus manos y con los pulgares, abrió su trasero, haciéndose espacio; se agachó para estar a la altura y lamió de extremo a extremo, pasando por su entrada, cálida y húmeda, para terminar en el glande de su miembro duro; "Está tan mojado..." era todo lo que pensaba mientras lo hacía.

—Ahh~ s-sí... más... —Rogaba el menor abrumándose en la simple necesidad.

Swiss empezó a meter el miembro erecto de Sodo en su boca, primero solo su glande, succionando, una de sus manos sosteniendo la base y masturbando levemente, haciendo que las piernas del castaño tengan el impulso de abrirse más; los gemidos se intensificaban y agudizaban, la voz suave y temblorosa de Sodo se iba volviendo más audible con las acciones de su contrario. Lentamente, Swiss iba haciendo un vaivén suave con los labios, metiéndolo más profundo, a veces lo llevaba a su mejilla y otras a su garganta, finalmente, con cada uno succionaba su miembro hasta la base y luego lo sacaba hasta la punta, después volvía a succionar hasta la base y lo iba humedeciendo y lubricando, el movimiento se repetía rítmicamente y su lengua mientras tanto, frotando cada lugar por el qué pasa con deseo y lascivia.

—S-Swiss~ espera... espera un segundo... ¡mgh~! —Pidió el menor con la voz entrecortada por el placer y la lujuria que los llenaba por dentro.

El moreno estaba tan concentrado chupando y lamiendo que ni siquiera podía escuchar. Al ver su rostro, Sodo nota como cada vez que baja y se mete su miembro en la boca, su mejilla se hincha y estira por la presión que ejerce su propio miembro contra esta. Los ojos deseosos del mayor no dejaban de mirarlo con lascivia y sensualidad, era una mirada amenazante y deseosa, intensa y posesiva, el calor del miembro viril se mezclaba con el de la boca de Swiss, sus mejillas levemente sonrojadas por la calentura y dos de sus dedos se acercaron a la entrada del castaño para empezar a penetrar lentamente.