Sodo, un talentoso guitarrista, se encuentra atrapado en un oscuro mundo de violencia y crueldad cuando una noche, en medio de una fiesta, se ve involucrado en una situación peligrosa. Con su mejor amigo, Rain, fuera de su alcance emocionalmente, y...
La atmósfera en la habitación era relajada y cómoda. Swiss, Sodo, Cirrus y Aurora compartían risas y charlaban mientras disfrutaban de algunas bebidas en la habitación de Swiss. La iluminación suave de la habitación creaba un ambiente acogedor.
Aurora lanzó una risa ligera mientras compartía una historia divertida sobre sus días de escuela. Cirrus la miraba con una mezcla de diversión y admiración.
—Aurora, nunca dejarás de sorprenderme. ¿Cómo lograste salirte con la tuya tan fácilmente? —preguntó Cirrus, con una sonrisa.
Sodo, observando a Swiss, sonrió mientras intercambiaban miradas.
—Jaja, no lo sé, aunque a veces hiciera alguna que otra travesura, Cirrus y yo éramos las chicas tranquilas del salón. ¿Cierto? —dijo Aurora.
Cirrus asintió con una sonrisa y luego se volvió hacia Aurora.
—¿Pero alguna vez te atraparon? —preguntó con curiosidad.
Aurora se rió entre dientes.
—Bueno, hubo un par de veces, pero siempre lograba salirme con la mía. Además, ¿quién podría enojarse con esta carita? —dijo, haciendo una expresión que desató risas en todos.
Swiss miró a Sodo con admiración, agradecido por los momentos de ligereza que compartían.
Durante la conversación, se produjeron pequeños gestos entre las parejas. Swiss pasó suavemente el brazo alrededor de los hombros de Sodo, y este respondió con una sonrisa tierna. Cirrus y Aurora, sentadas una al lado de la otra, intercambiaron miradas que sugerían algo más...
A medida que avanzaba la noche, la atmósfera se volvía más íntima. Cirrus, sin darse cuenta, dejó que su mano rozara la de Aurora al alcanzar una almohada. Aurora respondió con una mirada juguetona que no pasó desapercibida por Cirrus.
—Swiss, ¿no tienes alguna historia divertida de tu pasado que quieras contar? —preguntó Aurora, intentando desviar la atención hacia el moreno.
Swiss sonrió y se dispuso a hablar.
—Bueno, no sé si divertida sería la palabra, pero hubo una vez que intenté impresionar a una chica con un truco. Tenía que hacer la vertical y pasarme hacia atrás, quedando en una posición complicada. Terminé con una pierna en el aire y la otra en un bote de basura. Fue bastante... romántico, por así decirlo.
Todos rieron ante la imagen.
La charla continuó fluyendo, y Swiss se puso de pie, sugiriendo que podrían disfrutar de una pequeña sesión de fotos espontánea. Sodo, Cirrus y Aurora estuvieron de acuerdo con entusiasmo.
Swiss tomó su teléfono y comenzó a capturar momentos divertidos. Los cuatro se agruparon para algunas fotos, compartiendo risas. Durante una foto en particular, Swiss y Sodo se encontraron en una pose cercana, y el moreno aprovechó para dejar un suave beso en la mejilla de Sodo, creando un momento de ternura capturado por la cámara.
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