Nacht Faust - Entre Sangre y Sombras (Black Clover)

Capítulo XVIII - Resumen del viaje con Mereoleona

Narra Deirieri

Estos dos años al lado de Mereoleona, al principio parecía un castigo por algo que había hecho, realmente era un infierno, generalmente terminaba con los huesos rotos o envuelta en alguna situación peligrosa cuando íbamos de caza.

Esta mujer es realmente desvergonzada y está loca... Pero con el tiempo me acostumbré y le tomé cariño. Su personalidad poco a poco fue influyendo en la mía. Por lo que luego de uno 8 meses ya nos entendíamos bien. Incluso me divertía su salvajismo, el cual en algún momento adopté como parte de mi personalidad también.

Pese a que lo acordado era volver en un año para realizar el examen de caballería. Ella me dió la opción de quedarme más tiempo y acepté. Me empezaba a gustar esa vida y empecé a olvidar mi interés por ser caballero mágico. Así que decidí quedarme con ella otro año más.

Durante ese tiempo descubrí que luego del incidente en la zona de magia cuantiosa, mi resistencia física era exageradamente fuerte (de lo contrario habría muerto de lo mal que me trataba esa mujer en el entrenamiento). También noté que mi fuerza se volvió ridículamente intensa. Aprendí a manejarla gracias a la señorita Mereoleona, además en mi entrenamiento desarrollé una velocidad inigualable. También aprendí a dominar mi poder mágico. Quizá no era como lo que el señor Julius vió esa vez, pero estaba casi al nivel de la realeza.

En cuanto a mi grimirio... Es extraño, está algo maltratado y viejo, a eso hay que sumarle que no tiene ningún símbolo como los demás y muchas de sus páginas ya están escritas, pero en símbolos extraños. Aún así, a medida me fortalezco, algunas páginas se han reescrito a nuestro lenguaje, ya puedo usar varios hechizos e incluso puedo combinar algunos, no de forma perfecta, pero según mi maestra, eso ya es bastante.

Hemos viajado por todo el reino, generalmente alejadas de la civilización, incluso entrenando en zonas de magia cuantiosa. Como olvidar cuando me aventó a un pozo de labv ardiendo en el volcán "supremo sendero de la montaña" para que aprendiera a usar la piel de maná. Al principio terminé de muerte, pero gracias a la poción que aún traía conmigo, me recuperé, también gracias a mi nueva resistencia física.
Ese día, luego de darme una buena paliza, me llevó a las aguas termales en la cima del volcán, esas aguas parecían tener poderes curativos, pues eran extremadamente relajantes.

Aunque vivíamos lejos de la gente, en ocasiones visitabamos algunas ciudades solo de paso. Sin quererlo, me hice conocida en varias ciudades y aldeas pues, pese a todo, me resultaba difícil no ayudar a los demás, gracias a mis habilidades médicas, curé a muchas personas con las pociones que realizaba con pocos ingredientes, además, había logrado formar un hechizo con mi magia de sangre, un hechizo curativo, el cual consistía en formar un lecho de higanbanas de sangre que brindaban maná curativo. También ayudaba proveyendo comida a los aldeanos pobres de lo que cazabamos con Mereoleona, a ella le parecía ridículo pues lo único que le importaba era entrenar. Pero mis ideales sobrepasaban el terror que me provocaba desobedecer a mi tutora.

En estos dos años, no solo fortalecí mi cuerpo y mis hechizos, sino también mi mente, mejoré mis conocimientos médicos, y, pese a que la señorita Mereoleona se burlaba comparándome con el señor Julius, pues me di a la tarea de investigar sobre la magia, pero no llegando al extremo como el capitán de los ciervos ceniza, solo me concentré en investigar mi magia de sangre, descubrí que esta se deriva de la magia de oscuridad, también que, al tener un perfecto control de maná además de mucho poder mágico, incluso podía invocar otros tipos de magia con esta. Esto me pareció sumamente interesante, pero me costaba conseguir ese nivel de control.

Con el paso del tiempo, empecé a ver a la señorita Mereoleona como si fuese algo así como mi hermana mayor y pude notar que, pese a lo brusca que es, me veía como si fuera de su familia.
Me contó de sus hermanos menores, siendo Fuegoleon el que la seguía, este era extremadamente responsable y amable, por lo que me contó, era quizá un par de años mayor que yo. Luego el pequeño Leopold, quien era prácticamente un bebé.
Me expresaba lo mal que se llevaba con Fuegoleon y que nunca podían convivir en paz. También me contó de la que había sido su maestra, me sentí un poco triste de la forma en qué murió, pero igual, se notaba que era una mujer excepcional.

Entonces le conté sobre Yami y sobre... Nacht... Hace tiempo no sabía nada de ellos, ya ni siquiera pensaba mucho en ellos...
Le conté sobre la forma tan mala que Nacht me había tratado desde que nos conocimos de niños y me dijo algo que me dejó pensando.
¿Yo gustarle a Nacht? Eso era imposible. Pero ella insistió en que tenía razón, al parecer conocía un poco a la familia Faust. Me dijo que "ese mocoso es un vago".
No pude estar más de acuerdo, en lo que si no estaba de acuerdo era en su insistencia con lo de que le gustaba.
No le di demasiada importancia, luego empezó a decir que los hombres eran débiles y estúpidos y todo lo demás.

La verdad, yo pensaba que en realidad ningún hombre estaba a su nivel, ella también estaba convencida de eso y al parecer quería hacerme pensar eso en cuanto a mi.

Y así pasaron esos dos años, alejadas de toda comunicación con la capital. Años que, pese a todo, estaba agradecida de haber pasado con ella. Y aunque su agresividad seguía aterrorizandome, le tenía un inmenso respeto. Era la clase de mujer en la que yo me quería convertir. Mi ejemplo a seguir...

Hasta que llegó el día de volver. No había pensado en como reaccionarian las personas que dejé atrás. Quizá el señor Julius estaría desconcertado por ese año más que pase fuera.
En cuanto a Yami, seguramente estaba como siempre, siendo un rebelde, irritable y metiéndose en problemas con... Nacht... ¿Qué habría pasado con él? ¿Estaría bien? ¿Habría seguido metiéndose en problemas? ¿Cómo reaccionaría al verla? Pero lo más importante ¿por qué diablos me importaba eso?

Solo había que esperar a ver que sucedería ahora...