Nacht Faust - Entre Sangre y Sombras (Black Clover)

Capítulo XXXIII - Sangre y Sombras

Narra Bram

Después de unos meses en el reino del Trébol, por fin empiezo a acostumbrarme a la vida tranquila del lugar, no hay humo por todas partes, no hay gritos, no hay sufrimiento y sobretodo... Nadie me trata como un monstruo.
Decidí abandonar mi estatus como príncipe para venir a servir a otro reino, muchos se burlaría o dirían qué estoy demente si supieran la razón de mi decisión. Y si, una mujer...

Deirieri, es un nombre raro, toda ella lo es, no es nada parecido a lo que estoy acostumbrado a ver.
En poco tiempo nos volvimos bastante cercanos, irónico, después de que intenté matarla. Pero ella me liberó de las gemas mágicas que oprimian mi mete, y, además, me dio una segunda oportunidad. Realmente, me ha dado la oportunidad de reconstruir mi vida en un lugar donde nadie sabe de mi pasado y pueden tratarme con normalidad.

Hoy, estamos en la capital, estamos saliendo de una ceremonia conmemorativa, y hemos sido asendidos a caballeros mágicos avanzados de rango 5. Todos los logros que obtengo se los dedico a ella, aunque pareciese que a ella solo le importa el capitán Julius y... ese otro sujeto...

—Bram, te veo bastante pensativo ¿está todo bien? —me sonrió de forma angelical—

—Así es —miré al cielo, parecía un poco nublado—

Dimos un paseo por la capital, pues según tengo entendido a ella le gusta recordar el tiempo en el que era niña y transitaba estas calles.
Todo estaba perfecto hasta que apareció ese maldito gusano.

—Deiry, supe que ahora eres caballera mágica avanzada de rango 5. —escuché su molesta voz aparecer al lado de Deirieri—

—Nacht, hola —le sonrió— Así es, ambos fuimos asendidos —me miró pero me ignoró de inmediato—

—Vaya, tanto esfuerzo merece una buena recompensa —Dijo de forma lasciva, pero Deirieri no entendió—

—Cuida tu boca, insecto —Quizá intentaba provocarme, pero ya estaba harto de su comportamiento—

—Esta vez no —dijo Deirieri bastante seria— Este día es demasiado bueno como para que ustedes lo arruinen con su comportamiento estúpido.

Íbamos a decir algo más, pero el sonido de una explosión en el distrito este de la capital. Deirieri y yo nos miramos y supimos que debíamos ir de inmediato.

—¡Están atacando la capital! —escuchamos los gritos de algunas personas que corrían desesperadas—

Este era mi momento de humillar a ese tipo, dejándole claro que yo soy totalmente compatible con Deirieri y que nunca estará a su nivel a diferencia de mi.

Narra Nacht

Vi que ambos estaban listos para ir a defender la capital, eran caballeros mágicos después de todo, yo no tenia porqué intervenir, pero justo cuando iban a marcharse se me ocurrió una idea.

—Oigan, así no llegarán nunca, los llevaré hasta allá con mi magia —el idiota parecía que iba a negarse, pero Deirieri habló antes—

—Que gran idea, Nacht —se paró a mi lado y al idiota ese no le quedó más opción—

Tomé a Deirieri de la cintura con la excusa de que debía quedarse cerca de mi. Era tan divertido ver la cara del príncipito tan molesta.

En menos de un minuto, llegamos hasta la zona que estaba bajo ataque, al parecer eran dos tipos con magia de cristal y magia de agua.

—No puede ser... —parece que Bram los reconoció—

Justo en ese momento cayó desde el cielo un tipo de cabello naranja.