XLIV. Solo para ti

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—  Ya, ya, mi bebé

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—  Ya, ya, mi bebé. Te juro que no pasa nada — dijo el omega peli morado, mientras acariciaba las hebras de cabello gris de su mejor amigo — Jinnie está aquí para vencer a los malos por ti.

El cuerpo del menor se sacudía en espasmos conforme su llanto se fue prolongando.

Al salir de la casa de los Park, Kim Taehyung no fue capaz de regresar a casa por su cuenta, así que caminó hasta un parque cercano a la zona y decidió esperar ahí.

No estaba tan seguro de lo que estaba sintiendo en esos momentos, eran demasiadas emociones acumuladas.

Pero, definitivamente una de las emociones que estaba sintiendo ahora mismo era alivio, un terrible alivio.

Sabía que había terminado.

Una gran parte del peso que estuvo cargando sobre sus hombros durante un buen tiempo, se sintió como si ya no existiera más. Ya no está más encima de él, torturándolo, atormentándolo.

Todo se ha ido.

Al menos, casi todo.

Un peso había sido retirado de sus hombros, para ser reemplazado por otro.

La inminente responsabilidad que ahora cargaba con esto.

Y como si el destino fuera el encargado de recordarle a donde sea que mirara, no puede dejar de ver a todos los niños y niñas que corren y juegan por todo el parque, con sonrisas radiantes y ojitos llenos de brillo.

Hay algunos que hacen más drama y berrinche por otras cosas.

Hay padres usando desde ropas más ostentosas, a otros con ropa de marcas más discretas, pero se nota que son de dinero.

La familia de Taehyung nunca padeció por falta de algo gracias al dinero. Pero no pudo evitar preguntarse qué haría él con todas las necesidades que tendría su bebé.

Por no decir, sí podrá si quiera comprarle algo tan caro como lo que esos niños usan y ya han ensuciado de lodo y sus padres ni siquiera tienen de qué preocuparse, ya que seguramente tendrán la misma prenda en dieciocho colores distintos guardados en el armario, esperando a ser usados.

Un niño jugando en el lodo.

En una casa llena de lodo.

La casa lodosa.

Definitivamente no era un lujo aquel lugar, pero sí tenía su... encanto, debía admitir.

La casa lodosa donde Jungkook lo llevó parece ser un buen sitio para que un niño pequeño crezca y se ensucie con el lodo, mientras papá oso está ganando dinero con su banda, y mamá oso está preparando la cena.

Ah, Taehyung no sabe cocinar.

Tal vez, debería aprender, ya que... lo único con lo que sabe que puede manejarlo por sí solo, es hornear. Emma le enseñó, y a decir verdad... no se le da tan mal.

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐈𝐓 𝐈𝐅 𝐖𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐈𝐓 ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora