Estando en su último año de preparatoria, Kim Taehyung debería estar rodeado de cientos de amigos, yendo a fiestas y estudiando para su examen para ingresar a la universidad.
No quedarse solo, con un embarazo no planeado y un alfa rockstar del que n...
Si la trama, desarrollo o manera que se está manejando la fic no es de tu agrado.
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— ¡Esto está picante! — exclamó el menor.
— ¿Qué?
— Pica. Pica mucho — dijo con sus ojos llorosos, haciendo ademanes con sus manos hacia su cara.
Abrió su boca en O mientras aspiraba aire por ella.
El alfa se puso alerta de inmediato y fue a su rescate, dándole agua directamente a su boca, mientras sostenía el vaso de vidrio y luego tomaba una servilleta de papel para poder secar el exceso de humedad de las comisadura de sus labios.
— M-me... me estás lastimando — dijo el omega.
— ¿Qué? C-claro que no — soltó una risa risueña.
— ¿Qué a ti no te picó o qué?
— No — le dio una mirada somnolienta.
La mesita del centro de la sala se llenó del pollo frito que Jungkook había traído, junto con las bebidas que Seokjin sacó de su refrigerados. Mayormente, el omega peli morado tenía bebidas con alcohol.
Claro, Jungkook y él podían beber, menos el omega.
A él le tocó beber agua mineral con sabor frutal, pero el omega estaba todo quejoso.
Si el pollo picaba mucho o no, si estaba demasiado crujiente, si el agua tenía mucho gas o casi no sabía a lo que el empaque prometía.
— Dijiste que no picaba, Koo — lloriqueó.
— Dije que ese que agarraste picaba un poco, por eso compré porciones diferentes para que pudieras comer lo que te gusta.
— Pero no me gusta el pollo picante.
— Entonces, ¿Qué te gusta?
— Lo no picante.
Jungkook terminó quitándole la pierna apenas mordisqueada por él y la mordió un poco antes de dejarla en su plato, luego tomó las servilletas para poder limpiar sus dedos, poniendo sus manos justo en frente de su cara para finalmente lamer sus dedos juguetonamente del omega.
Taehyung se sonrojó y alejó sus manos.
Estaba demasiado berrinchudo.
— Si sigo comiendo, terminaré reventando.
— Yo recogeré cada parte de ti, Tae — respondió el alfa.
En todo este tiempo, este extraño comportamiento de cortejo que tenían los menores no pasó desapercibido por el omega mayor, quien los observaba atento mientras bebía de su botella de soju.
