Estando en su último año de preparatoria, Kim Taehyung debería estar rodeado de cientos de amigos, yendo a fiestas y estudiando para su examen para ingresar a la universidad.
No quedarse solo, con un embarazo no planeado y un alfa rockstar del que n...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Estás seguro que este es el lugar donde debo dejarte? — preguntó el alfa, agachando un poco su mirada para ver a través de la ventana del lado del copiloto.
El omega peli morado se volvió hacia él, y lo miró con una mirada suplicante.
— Yo estoy completamente seguro que este no es el lugar donde te dejé la última vez.
La marcha del auto comenzó a ser lenta conforme el alfa se acercaba hacia el destino final donde el omega le había indicado en la dirección anteriormente.
El auto se detuvo en una casa bonita, en medio del campo.
— Es mucho más lejos de donde te dejé la última vez.
— A estas alturas... — comenzó a decir, apretando ligeramente el volante bajo sus manos — Y sigues con esa formalidad.
— Bueno, pues, es un maestro.
— Pero no soy tu maestro.
— Es mayor.
— ¿Ahora resulta que las formalidades vienen a ti?
Tal vez era porque Seokjin se sentía más acelerado de lo que pretendía.
— No entiendo, si ahora te sientes incómodo, o culpable y-yo... — antes de que el alfa siguiera hablando, el omega se acercó a él para tomarlo del cuello.
— Hey, oye — el omega lamió sus labios y luego miró los del alfa antes de alzar su vista, haciendo que sus ojos se encontraran — D-disculpa el atrevimiento.
El mayor esbozó una sonrisa cómplice y negó levemente la cabeza. Con cuidado, posó su mano por encima de la del omega y acarició lentamente.
— No tienes por qué pedir disculpas.
Seokjin intentó devolverle la misma sonrisa, pero los nervios lo traicionaban y comenzaba a sentir como los tics nerviosos se apoderaban de su piel, comenzando desde la comisadura de sus labios.
A pesar de la oscuridad de la noche, y que la única luz que tenían era del propio auto, el pequeño temblor en la piel del otro, no pasó desapercibido por el alfa, quien, acercó lentamente su rostro hacia él.
Con eso, solo consiguió que Seokjin se hiciera para atrás, recargando su espalda en su asiento, pero con ello, también consiguió que el omega lo atrajera hacia él, tirando de sus brazos.
El alfa se desabrochó el cinturón de seguridad para poder darle más accesibilidad a su cuerpo en el pequeño espacio del auto.
El omega soltó un enorme suspiro antes de besar de nuevo al alfa en los labios, primero lento, como si se quisiera dar el tiempo para hacerle sentir al mayor que está ahí porque quiere, porque anhela tanto estos momentos entre los dos.
