Estando en su último año de preparatoria, Kim Taehyung debería estar rodeado de cientos de amigos, yendo a fiestas y estudiando para su examen para ingresar a la universidad.
No quedarse solo, con un embarazo no planeado y un alfa rockstar del que n...
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— Ah — gimió bajito.
Sus dedos de los pies se enroscaron y mordió su labio inferior.
— Ah, Jungkook — creyó que iba a llorar.
Sin embargo, el alfa sonrió en cuanto escuchó su nombre y hundió más su cara dentro del omega.
Casi literalmente.
Su lengua recorrió ambas nalgas hasta dar con su entrada llena de lubricante, donde hizo la intromisión con la misma saboreando sus paredes mientras amasaba su piel.
Taehyung apretó sus puños en las sábanas de la cama mal hechas, y hundió su rostro en las mullidas almohadas.
Todo el cuerpo del peli gris temblaba sin control, estaba a punto de correrse.
Pero esto no hizo más que el alfa se excitara al punto de meter y sacar su lengua varias veces de la entrada del omega antes de volver a colocar su pene dentro de él para la tercera ronda de esa mañana lluviosa.
El peli negro utilizó su fuerza para levantar a Tae y sentarlo encima suyo para seguir follándoselo.
Llevó ambas manos a sus pechos llenos de leche y los apretó cuando Taehyung le mordió con fuerza sus labios y su pene expulsó semen, al igual que el suyo, llenando por completo la entrada caliente del omega.
No usaron protección, por lo que una vez que Jungkook salió de él, el semen comenzó a caer desde la entrada del omega hasta las sábanas.
Taehyung lloró de excitación cuando el alfa lo acostó y comenzó a darle muchos besitos de manera delicada por toda su cara, lamiendo esas lagrimas con su lengua y luego besando su párpado.
Luego se encorvó para besar sus brazos y pecho lleno de mordidas y marcas que él dejó juguetonamente por todo su cuerpo, a excepción de su vientre.
Su vientre tan gordito.
— Hola mi bolita — dijo el alfa y luego olfateó su pancita — Espero no te haya sacudido mucho.
Taehyung golpeó su brazo.
— Tonto — dijo el omega.
— ¿Qué? — soltó una risita — En tu estado, no creí si quiera que pudieras terminar con la primera ronda.
— Acuéstate y vamos por la cuarta — dijo decidido.
Jungkook se sonrojó.
Recargó su espalda contra la cabecera de madera de la cama, con las piernas estiradas y un omega desnudo de piel perlada en sudor sentado encima de él.
El alfa sabía que bromeaba, pero eso no evitó que ambos frotaran sus penes.
Taehyung atrapó sus labios y lo besó con deseo y anhelo.
