Estando en su último año de preparatoria, Kim Taehyung debería estar rodeado de cientos de amigos, yendo a fiestas y estudiando para su examen para ingresar a la universidad.
No quedarse solo, con un embarazo no planeado y un alfa rockstar del que n...
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La verdad era que el omega no se esperaba para nada que este alfa de aroma a roble y cabellos rojizos como el de un hermoso atardecer le llevara a comer algo dulce a una cafetería.
Pastel.
Taehyung era amante de casi toda la comida y golosinas dulces.
Y ahora, solo por un simple pensamiento que fue desbordado de su mente hacia sus labios rosados, el alfa le había cumplido su deseo.
El omega comía tranquilo y feliz su rebanada de pastel de capuchino junto con un chocolate caliente.
— ¿Por qué no pediste un café? — preguntó el alfa.
— No me gusta.
— Pero si en un pastel capuchino — alzó ambas cejas.
— Claramente el sabor es diferente. No es tan amargo.
— Ah, ¿Sí?
— Si — asintió con sus mejillas llenas de pastel — ¿Quieded pobad? — preguntó masticando un poco.
El omega comenzó a cortar un trozo de pastel con un tenedor extra y lo clavó antes de extenderlo hacia él. Aidan le miraba atento, viendo como la mano del peli gris se extendía hacia él; posando la suya encima de la del omega antes de llevarse el trozo de pastel a la boca, sin apartar el contacto visual que ambos mantenían, haciendo que las mejillas del Taehyung se tiñeran levemente de rojo.
— Mmh — dijo con delicia — Está rico.
Taehyung le sonrió amable y asintió una vez antes de seguir comiendo. Aidan solo había pedido un café descafeinado.
Estuvieron un buen rato platicando, conociéndose un poco y eso... era algo más de lo que el omega estaba acostumbrado. Normalmente no era alguien de tener platicas muy largas, si acaso una cita corta y después de ahí, a la cama, era lo único que quería y necesitaba. Pero, esta vez, Aidan fue el que tomó las riendas del asunto y dio unos cuantos pasos antes de que Taehyung pudiera rechistar para poder invitarlo a la cafetería.
Al terminar, el omega esperó a fuera de la cafetería mientras el alfa iba al baño y regresara con él.
— ¿Por qué no me esperaste adentro? — preguntó el alfa.
— Solo quise salir a estirar las piernas — negó lentamente con la cabeza.
Aidan y Taehyung caminaron unos cuantos pasos por la acera, hasta que el pelirrojo extendió su brazo para llamar a un taxi y hacer que se detuviera.
