XXIII. Lobo caprichoso

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El alfa sintió que durmió una eternidad después de haber jugueteado tanto con el omega, y a la vez sentía como si apenas hubiera cerrado los ojos y los minutos pasaron demasiado rápido como para sentir que en realidad solo durmió sin descansar.

Abrió los ojos cuando sintió una sensación detrás de su cabeza, cerca de su nuca y de su cuello.

Estaba acostado boca abajo, con toda su espalda ancha expuesta y sus brazos cruzados debajo de la almohada donde descansaba su cabeza.

Se levantó de golpe y sin querer, chocó con el otro.

Ay, ay — empezó a quejarse.

— Ay, dioses.

Jungkook se levantó y se quedó sentado en medio de la cama.

— Lo siento, Tae, no te vi. ¿Te dolió mucho? ¿A dónde te lastimé?

— Estoy bien, estoy bien — repitió, sobando su frente.

— Déjame ver.

El alfa se acercó a él y miró su frente, tocando un poco para asegurarse que todo está bien.

— Fue solo superficial y no demasiado fuerte, Tae. Aun así, si sientes algún malestar no dudes en... — se detuvo al ver todo su rostro con detenimiento — ¿Taehyung?

Oh, Taehyung.

Oh, omega.

Estábamos esperando a que despertaras — le sonrió.

Jungkook observó como el omega usaba únicamente su enorme camisa verde olivo, de tirantes gruesos y sin mangas. Podía ver perfectamente su pecho sobresalir cuando la tela floja se pegaba a su cuerpo.

— T-Tae...

El omega se lanzó a sus brazos, en un gesto tierno y desesperado.

Ansioso de sentir sus labios chocar contra los suyos mientras se besaban y su cuerpo comenzaba a producir feromonas descaradamente.

Tenemos mucha hambre — chilló y se llevó ambas manos a su vientre — Necesitas alimentar a tu cachorro. Ahora.

Jungkook miró su vientre y luego a él.

A esos vivaces ojos grises que brillaban con intensidad.

— ¿Tienes hambre? — preguntó el alfa — ¿Desde hace cuánto?

Estaba ocupado acomodando nuestro nido, pero no quería molestarte.

— De acuerdo. Iré a la cocina y te prepararé algo de comer, ¿Bien? ¿Puedo usarla?

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐈𝐓 𝐈𝐅 𝐖𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐈𝐓 ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora