Capitulo 1

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Mis sentimientos han estado en lugares que no han sido míos y se sienten ajenos. Pero en este mundo, lleno de maravillas, un corazón es todo lo que necesito; el cual yo guardo en mi interior para dar, y para recibir amor —
Clairel Estevez

Vivir en una sociedad en la que ser alfa, beta u omega definía el curso de tu vida, quien eras, que debías o no hacer, le favorecía más a uno que a otros. Una sociedad en la que ya no te ven como una persona sino como un género más; antes de verte como una persona cualquiera, te ven por el subgénero que representas.

Si eres alfa tienes que cumplir con los estándares de ser un macho que lleva la comida al hogar, debes ser fuerte y no mostrar debilidad. Mientras que, si eres beta tienes que explotarte trabajando para tener algo en la vida, seguir las ordenes de todos los que se sienten superior a ti y soportar las guerras hormonales entre los demás subgéneros. Luego están los omegas, quienes deben permanecer en el hogar, tener cachorros y seguir órdenes.

A pesar de que viven en un mundo que ha avanzado tecnológicamente, aún se pueden ver todos estos estereotipos y tabúes que los limitaban. Sigue siendo poco visto que un omega haya estado con más de un alfa o algo más simple, que tenga un trabajo y estudie.

Está muy mal visto que los omegas tengan hijos antes de ser marcados, la ley dice que los protege, pero la verdad es que solo a medias. Es una fachada para decir que hay igualdad de derechos, cuando no es así.

Los alfas, son tratados como reyes; los betas, como gente muy ordinaria; los omegas, como objetos, y ni hablar de aquellos alfas que han sido marcados por otros de su misma casta; los deltas.

Los deltas son los más vulnerables de todos, los más juzgados por la sociedad, no son bien recibidos en ningún lado de la balanza. Están ahí, a la deriva, en medio de una sociedad caótica que los rechaza.

Jimin, es un omega que ha vivido toda su vida con su madre Eun-ji y aunque ahora están bien, no siempre fue así. Les costó la mitad de la vida que llevamos, tener algo que se acercara a la felicidad.

Eun-ji fue abandonada por el padre de su único hijo, un alfa insolente al que Jimin solo le conocía el nombre. Engañó a su madre con otra omega cuando estaba embarazada de él y rompió su vínculo cuando el omega nació, lo que sumergió a su madre en una depresión que casi la lleva a la muerte. Si no hubiese sido porque tenía a su cachorro, ambos estuviesen muertos. Ella por un vínculo roto, él por la pérdida del lazo de una madre.

Aún con el apoyo de sus padres, a Eun-ji le costó seguir adelante. Vivió en Busan con los abuelos de Jimin hasta que este cumplió los siete años. Con los dos trabajos que ella tenía, se mudaron a un pequeño apartamento en el que vivieron hasta que el omega llegó a la secundaria y se mudaron a Seúl.

Desde que llegaron a la ciudad, todo cambio para ellos. No tenían a nadie allí, así que fue como empezar de cero para ambos, lo que no fue fácil. Ser omega en una sociedad que apenas estaba cambiando, no era fácil.

Ser contratado por una empresa que pagara lo que realmente se necesitaba para vivir una vida digna en Seúl, fue difícil. Jimin intentó ayudar a su madre, pero siendo un adolescente y omega hombre, no había mucho que podía hacer. Las oportunidades era muy pocas, casi nulas.

En cuanto terminó la secundaria tuvo que esperar un tiempo para poder ingresar a la universidad y estudiar la carrera que siempre ha deseado, bellas artes. Si quería ir a la universidad, necesitaba tener un ingreso que se lo permitiera, algo que le costó conseguir.

Lo bueno es que tenía como lema: "Si deseo algo, lo tendré, cuesta lo que cueste. Valga lo que valga, con esfuerzo y dedicación puedo obtenerlo", se repetía aquello siempre que sus sueños de artista sin tener que renunciar al baile parecía tan lejano como las estrellas que siempre apreciaba desde el pequeño balcón de su habitación.

Chosen |OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora