Capitulo 28

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Aún tengo mucho que aprender sobre el amor, pero quiero aprenderlo contigo, aún tengo muchos defectos que corregir, pero quiero corregirlos por nosotros, aún no alcanzo min mejor versión, pero quiero que seas quien la disfruta, aún quedan muchas cosas que vivir, pero sé que quiero vivirlas contigo —Andrés Ixtepan.

En la mañana del domingo, el sol se filtraba por la ventana con las cortinas corridas a un lado, mismo que llegaba a la piel semidesnuda del alfa y omega que descansaban sobre la cama, cansados del día anterior. La manera en la que ambos cayeron rendidos en la cama, en el segundo que sus cuerpos tocaron el edredón, fue impresionante e inesperado para ambos.

Durante el resto de la tarde del día anterior, Yoongi tocó el piano para Jimin hasta que éste terminó su pintura. Jimin bailó una pieza de ballet contemporáneo solo para Yoongi, quien lo disfrutó mejor que cualquier presentación en el teatro. La noche calló sin que se dieran cuenta, el tiempo avanzaba tan rápido cuando lo único que ambos querían era estar junto al otro tanto como tuvieran la oportunidad.

No tuvieron que cocinar juntos, porque Eun-ji insistió en llevarles del bibimbap que preparó por montón e irse a la cita que tenía con sus amigas. Permanecieron acurrucados en el sillón, vieron algunas tres películas hasta que empezaron a quedarse dormidos.

La manera en la que Yoongi acarició el cabello del omega cuando éste recostaba su cabeza en el regazo del pelinegro, con la atención puesta en la televisión frente a ellos, el movimiento de sus dedos en su cabello solo hizo que incrementara su sueño, hasta que terminaron en la cama, apenas y llegaron a cerrar la puerta por completo.

Las cosas que hicieron durante el día resultó ser tan agotador, que al omega no le dio tiempo de descubrir aquella sorpresa que Yoongi había comprado para él.

El brazo del alfa se encontraba alrededor de la cintura del rubio, mismo que se despertaba por lo fuerte luz solar que entraba a la recámara, si no hubiese sido porque las cortinas estaban corridas estaba seguro que no se despertaría.

—Yoongi —susurró Jimin tratando de moverse, pero el agarre del alfa apretó más su cintura, apegándolo más a su cuerpo.

—Alfa, deben ser las diez de la mañana —masculló Jimin acariciando el dorso de la mano del pelinegro con sus dedos.

—Vamos a quedarnos un rato más —dijo con su voz ronca—. Es domingo, omega.

—Y tenemos que estar listos para tu graduación, vamos, arriba —declaró Jimin sentándose en la cama, lo que hizo que el alfa se quejara aun sin dejar su cintura, esta vez hundiendo su cabeza detrás de su espalda.

—Falta mucho tiempo para eso, duerme conmigo —le pidió tratando de hacer que el omega volviera a dormir, quien terminó resignándose y acostándose de frente al alfa, levantando una pierna y dejándola sobre el cuerpo del pelinegro.

Jimin sintió la mano del alfa acariciar su muslo y besar su hombro antes de volver a caer rendido en un sueño que fue vigilado por el omega. En el momento que escuchó los ronquidos del alfa, fue cuando Jimin salió de debajo de sus brazos, sigilosamente para no despertarlo, y solo así pudo ducharse, cambiarse e incluso preparar el desayuno.

Al despertarse, lo primero que el  alfa encontró fue una cama vacía pero un aroma a mantequilla y huevos que inmediatamente despertó su apetito. Con el cabello un poco húmedo por la reciente ducha, caminó hasta la cocina donde encontró al omega con una de sus camisetas puesta y pantalones cortos, sirviendo el desayuno que dejaba sobre la encimera.

—Pensé que dormirías hasta el medio día —comentó Jimin sonriente.

—No tiene en tiene sentido si tú estás despierto —susurró Yoongi sentándose en el taburete frente al desayunador de la cocina. El alfa llevó su mirada a las piernas descubiertas del omega y no dudó un segundo en darle un ligero apretón a su pierna e inclinarse para darle un beso de pico.

Chosen |OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora