Capitulo 37

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Bésame los labios la espalda, enséñame tus virtudes y tus mañas, regálame tus caricias y tus madrugadas, contágiame de tu alegría y de tu calma, enamórame el cuerpo y el alma - Andrés Ixtepan.

Las mallas alrededor de sus piernas, el vendaje en su tobillo para cuidar de él mientras aprendía el nuevo concepto de la coreografía. Bailaba con al gran espejo frente a ellos y Young-soo a su lado como era costumbre.

Después de haber dejado el vecindario de Taehyung, fue directo al trabajo, llegó unos minutos tardes por lo que esperó algún tipo de regaño por parte del instructor, pero solo obtuvo unas felicitaciones por su éxito en la presentación de Busan e inmediatamente iniciaron los ejercicios de relajación y seguir con la distribución de roles en la nueva coreografía. Nada fue diferente para él, siempre tendría a Young-soo como compañero de baile, eso implicaba ser el primer bailarín.

La noche llegó rápido, el sol dejó de colarse por los ventanales siendo sustituido por la luz de la luna y las farolas del exterior del auditorio que los actores habían dejado vacío hace una hora. Allí se encontraba bailando con Young-soo, quien después de tanto tiempo se quedó con el omega a ensayar.

Jimin no estaba pendiente de la hora, solo sabía que ya llevaba más de una hora practicando sus pasos de baile con ayuda de Young-soo. Le gustaba trabajar con él, porque conocía su cuerpo, sabía dónde sujetarlo sin que le molestara, conocía sus movimientos y como completarlos con los suyos, era fácil de aprender las coreografías cuando ya se conocía uno al otro de esa manera.

—Guarda energía en el medio tiempo para que puedas saltar y girar después sin que sea forzado —sugirió el alfa, luego de otro intento fallido, uno que empezaba a frustrarle.

Volvieron a bailar desde el inicio de la coreografía, ambos concentrados en cada paso. En medio de sus movimientos, Jimin estaba listo para saltar, pero cuando lo hizo, dio un paso en falso, vio como el suelo se acercaba a su rostro, pero fue sujetado por los fuertes brazos de Young-soo, evitando que éste impactara contra el suelo.

—¿Qué te dije de guardar energía? Omega testarudo —bromeó Young-soo al sujetar a Jimin por la cintura para que éste no se derrumbara, pero de todos modos el omega se dejó caer al piso, provocando que el alfa detrás de él casi cayera a su lado.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Young-soo viéndolo reír aún tumbado en el suelo. Ahora estaba a su lado, observando como el rostro de Jimin parecía iluminarse después de que estuvo todo el día tan concentrado y algo ido de la realidad.

—"Omega testarudo" —Jimin imitó la voz de su compañero—. Hablaste como un niño queriendo maldecir.

Young-soo solo pudo sonreír al ver como este seguía riendo de su cometario.

—Arriba, ya deja de reírte de mí —susurró tomando a Jimin de la cintura para poder levantarlo y hacer que éste quedara sobre sus pies aun riendo un poco.

Jimin se dio la vuelta para golpear el pecho de Young-soo al ver lo fácil que era para el levantarlo sin mucho esfuerzo. El omega le explicaba lo que haría para tener más coordinación en los saltos, pero cuando no obtuvo repuesta de su compañero y vio la expresión que tenía, con su atención en otra parte, miró por encima de sus hombros y vio a Yoongi recostado de una de las columnas en la parte trasera del auditorio y luego como éste se acercaba al frente del escenario.

No sabía cuánto tiempo llevaba allí, pero esperaba que no malinterpretara lo que sea que haya visto. Ni siquiera escuchó cuando llegó, así que no tenía idea de que tanto había presenciado en completo silencio. Jimin se aclaró la garganta y continúo dándole las indicaciones a Young-soo, quien vio a Yoongi detenerse en medio de los asientos, con sus manos entre sus bolsillos, luego miró a Jimin frente a él y se dio cuenta de que algo pasaba entre ellos.

Chosen |OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora