Capitulo 16

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Has llegado tan impuntualmente a mi vida, que he decidido mover todos mis relojes a tu posibilidad —Anónimo.

En cuanto llegaron junto a los acompañantes del omega, siquiera hizo falta que Jimin presentara a Yoongi ante ellos, él solo lo hizo de la forma más educada posible. En ese momento la pareja de alfas decidió dejarlos solos y se despidieron del rubio luego de haberlo felicitado, una vez más, por su presentación.

—Puede que Jimin llegue tarde a casa hoy, lo llevaré a cenar si no es problema para usted —comentó Yoongi en cuanto los alfas ya no estaban junto a ellos.

Jimin seguía sorprendido por la manera en la que Yoongi se acercó a su madre sin siquiera dudarlo. Algo que al omega le parecía demasiado atractivo y sexy en un alfa, era su confianza; Yoongi evidentemente tenía mucha seguridad en sí mismo.

La manera en la que se expresaba, incluso cómo caminaba, la manera en la que sus hombros se movían y cómo de manera sutil abotonaba su saco, lo volvía aún más irresistible para el omega.

Ante los ojos de Jimin, el alfa parecía una persona muy segura de sí misma, aunque para Yoongi era un comportamiento poco común cuando se trataba de cortejar a alguien, porque en primer lugar no salía con omegas y en gran parte eso se debía a que siempre ha sido despreciado mayormente por esa casta.

Así que, era la primera vez que se sentía seguro con un omega, aunque en ese momento Jimin no lo supiera, el alfa estaba seguro que toda su confianza era por Jimin, influenciada por él, no porque fuera siempre un alfa orgulloso de serlo porque la mayor parte del tiempo no se sentía de esa manera, fue despreciado por ser un alfa "defectuoso" tantas veces que su única confianza estaba en su trabajo y en su piano, todo lo demás no importaba.

En ese momento, su seguridad era por Jimin, no porque fuera una omega, sino solo por ser él. No porque era un alfa seguro de sí mismo, en cambio lo era por Jimin, porque le gustaba así de mucho.

—No, está bien. Siempre y cuando se protejan, no tengo ningún problema —respondió Eun-Ji haciendo que Jimin se sonrojara por aquel comentario tan atrevido, como era de esperar de su madre.

—Madre —se quejó el omega en voz baja.

—No, nos estamos conociendo —replicó Yoongi sonriendo de lado al darse cuenta lo mucho que Jimin se parecía a su madre, no únicamente en el físico sino también en la forma de hablar, tan directa y sin vergüenza alguna.

—¿Es esto un cortejo? —cuestionó Eun-ji alzando sus cejas.

—Con su permiso, claro.

Yoongi se dio cuenta que el padre de Jimin era un tema delicado y que solo estuviera su madre en un momento importante como ese, le dejaba claro que a quien debía pedirle permiso era a ella.

—Oh —la madre de Jimin se llevó la mano a la boca por lo caballeroso y tradicional que era Yoongi, algo que aprendió de las monjas en el orfanato que creció.

Durante toda su vida, literalmente, tuvo una educación exigente, basada en los escritos en el libro de lobos. Tuvo que aprender en clases e incluso fuera de ella, sobre la historia de lobos, en combinación con la estricta educación de las monjas, la persona que era hoy en día era resultado de las exigencias de su niñez y adolescencia.

—Sí que es el alfa —señaló su madre mirando a Jimin aún sorprendida. Ella podía contar con los dedos de una mano y le sobraban dedos, la cantidad de alfas que se han comportado como lo estaba haciendo Yoongi en ese momento.

Le agradaba que el pelinegro frente a ella, estuviera interesado en su hijo. Sabía perfectamente lo mucho que ha sufrido su hijo debido a los alfas y no quería seguir viéndolo triste a causa de ello. Tan solo tuvo que cruzar un par de palabras con Yoongi para darse cuenta de que era un buen partido.

Chosen |OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora