30 La Despedida

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Camila

Mi madre entra a la habitación, Ignacio me hace seña de que me vaya, porque ella está de espaldas. Salgo lo más callada que puedo y bajo las escaleras corriendo. Mi corazón está acelerado otra vez. Pero no de excitación, sino del susto que pasé porque mi mamá casi me descubre en su dormitorio.

Entro en mi habitación, apago la luz y me meto en mi cama y me hago la dormida. Unos diez minutos después mi madre abre la puerta de mi habitación y enciende la luz… Su semblante refleja molestia.

—Hace rato vine a tu habitación y no te encontré. ¿Dónde estabas?

—En el tercer piso, estaba buscando un cuaderno de música que deje allí —respondo bostezando.

—¿Es verdad qué le diste tu móvil al joven Ignacio por qué te estaba fallando?

No, en realidad se me quedo allí porque casi me descubres en su habitación. Es que le iba a entregar mi virginidad… Pero llegaste y ya no pudimos hacer nada. Ni modo será en otra ocasión. 

—Sí, mami —miento haciéndome la dormida para que ella me deje tranquila y se vaya.

—La reparación de tu teléfono la voy a cancelar yo, no quiero que le debas favores al joven Ignacio.

Vuelvo a bostezar.
—Como digas, mami, buenas noches.

Escucho la puerta cerrarse, siento un alivio. De que se creyera todo, no me gusta mentirle a mi madre, pero es que a ella nunca le ha simpatizado el francés.

Al día siguiente cuando me estoy vistiendo miro unas pequeñas marcas en mis senos, son chupones… Fue Ignacio quien me los hizo anoche.
Me coloco mi uniforme, hoy me toca irme a clases, sin mi móvil.
Ayer casi lo hacemos hasta que llegó… Mi mamá y nos interrumpió. No le voy a decir nada a Ceci porque al igual que a mi madre a ella no le agrada mucho mi novio.

Pronto entraré a la universidad, estudiaré música, antes tenía pensado estudiar piano en un conservatorio. Pero cambié de opinión. Seré profesora de música. Estudiaré en la misma universidad que Ignacio así lo veré siempre. Él también está de acuerdo, cuando éramos unos niños él fue el que me dio esa idea de que estudiaramos en la misma universidad.

«Aunque a veces no me convence mucho estudiar allí… Porque esa es una universidad para ricos».

Claro, cada año admiten algunos becados, si tienen buenas calificaciones. Por mi elevado promedio sé que lograré que me acepten.

  …
Después de clase Ceci y yo nos sentamos en los bancos del parque. Que está dentro de la preparatoria. Tenemos que esperar la próxima materia que es en unos veinte minutos.

—Cami, ¿ya te leíste el libro de orgullo y prejuicio?

—Estoy en eso, Ceci.

—Cuando lo leas no se te olvides hacer mi resumen, ya sabes que tenemos examen de eso.

Mi mejor amiga no es fan de leer libros, le haré el resumen como hice con Don Quijote de la Mancha, para que ella apruebe esa evaluación.

—Sabes que deberías de leerte orgullo y prejuicio, Ceci.

—¿Por qué? —pregunta hundiendo el entrecejo.

—Es que el señor Darcy me parece: encantador, misterioso, emocionante, además es millonario, aunque también es un orgulloso.

—No me digas qué ahora comparas a Darcy con él riquillo —cuestiona con ironía, volteando los ojos hacia arriba.

No lo había pensado, aunque si tienen algunas similitudes Ignacio y ese personaje del señor Darcy. Ambos son reservados, millonarios, orgullosos y tienen ese toque de elegancia.
Pero Darcy no era un mujeriego, mientras que él francés perdió la cuenta de con cuántas se ha acostado. Y mejor no pienso en eso porque después me voy a molestar.

Mi novio me ha dicho pecosa desde que éramos unos niños, yo en cambio nunca había pensado en un apodo para él, pero me gustaría ese de señor Darcy.

Mi amiga y yo después de la última clase que fue matemáticas..., fuimos a la biblioteca, tenemos pendientes otras tareas. Ella últimamente mira su móvil y ríe como tonta, ya la he pillado cuando lo hace. La biblioteca de la preparatoria es pequeña con varias mesas rodeada de cuatro sillas, muchos estantes con libros, también hay unos ventanales hacía la calle.

Varios estudiantes en otras mesas, están en silencio mirando el libro que tienen delante de ellos. Una señora gordita morena está sentada en una silla, frente a un pequeño escritorio; es la bibliotecaria.

—¿De qué te ríes, tonta? —le pregunto, porque vuelve a ver su móvil y está sonriendo.

Se queda pensativa.
—Me anime a escribirle a Bradley.

—¡Sííí! —exclamo con una sonrisa.

—El fin de semana vamos a comer helados, él me dijo que yo… le gusto. —Noto en su rostro alegría.

—¿En serio? —Asiente —. ¡Qué bien! —respondo con una sonrisa.


Horas después llegó a la mansión, me doy una ducha, mientras muero por ver a Ignacio y decirle que encontré un bonito apodo para él.

«Señor Darcy».

Y sonreí, tratando de imaginarme su cara de diversión.
Me estoy terminando de vestir, escogí un short corto azul y un buzo de tela delgada color rosado y mis converse blanca.

Tocan la puerta.
—Camila, ¿está ahí? —Es la voz de María. Le abro.

—Dime, María.

—Camila, el joven Ignacio mandó a preparar su avión privado está mañana, se fue a Francia. —Me quedo boca abierta. 

—¿Por qué? —pregunto, tartamudeando.

—Su abuela está hospitalizada y él fue a verla.

—Entiendo. —Todavía estoy atónita.

—Me dijo que te entregará esto. —Me da un sobre y mi móvil.

—Gracias —digo mientras los tomo en mis manos.

Se va y yo cierro la puerta, me siento en la cama y abro el sobre, comienzo a leer lo que me escribió.

Mi pecosa, ya debes saber que esta mañana tuve que salir rumbo a París y que mi abuela está muy enferma.
Quería despedirme de ti, pero anoche me quedé con tu móvil. No me quiero poner cursi, sin embargo, gracias por llegar a mi vida. TE AMO. Eres un… Ángel para mí ¡Ahhh y cuando regrese rompemos él himen!

Mis ojos están cristalizados, estoy tan fría que no me lo puedo creer. Él se fue y ni siquiera nos pudimos despedir. Quería llegar a la mansión rápido para verlo, abrazarlo y reír con sus ocurrencias.

¿Rompemos el himen?

¿Te amo?

¿Cómo mi Darcy puede ser un cursi y a la vez un pervertido?

Dejo ir algunas lágrimas, porque es la primera vez que él me dice: TE AMO y lo hizo por una carta. Desearía que me lo hubiera dicho en persona.

Presione la carta contra mi pecho deseando poder abrazarlo a él. Porque soy una cursi y porqué esto no me lo esperaba.

Autora: STEFI LM

Se vienen cosas fuertes porque Ignacio se fue a Francia.

Se dan cuenta que el primero en esta relación que dijo: Te amo fue Ignacio.

Cuéntenme, ¿qué le está pareciendo la historia?

Eres Mia (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora