Eres Mia (Completa)

42 Primera Pelea en Paris

Camila

La verdad, no quiero que se vaya. Hemos estado separados por dos meses, lo que más deseo es aprovechar el tiempo que estoy aquí para poder estar con él.

—No, quédate conmigo —contesto con suavidad.

Él entra y se quita la chaqueta verde. Mientras una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

Camina y se sienta en la cama dejando a un lado la chaqueta.

—Me voy a dar una ducha, Ignacio.
—Asiente y me retiro.

Camino hacia el closet, saco una braga y mi pijama me la llevo al baño. Cuando entro me lavo los dientes, luego voy a darme una ducha. Después que termino de asearme, me coloco mi braga y el pijama, es un short y franela blanca de pepas negras. Me recojo el cabello en forma de cebolla porque hoy no me lo lave.

Salgo mi Darcy no está, abro la puerta de la habitación para ir a buscarlo me quedo parada del lado de afuera.

Lo miro hablando en un rincón del pasillo por su móvil, su rostro refleja molestia. Cuando me mira lo escucho decir en su tono de voz frío:

—Déjame en paz, voy a dormir. —Cuelga, se acerca a mí.

—¿Quién te llamó?

—La presidenta —responde irritado.

—¿Estabas discutiendo con ella otra vez?

—Sí —contesto secamente.

—¿Por mi culpa?

—No es por tu culpa, es que ella no se siente realizada si no me hace cabrear.

—Tú madre, ¿sabe qué estoy aquí?

—Sí, sabe que está aquí y que somos novios —eso lo dice tan tranquilo, moviendo sus hombros.

Lo miro sorprendida.
—¿Me imagino que está molesta?

—¡Sí y me vale que se cabree! Eso le pasa por joderme tanto la existencia.

—Anda bañarte, mi Darcy, que quiero darte un masaje. —Lo abrazo.

—Está bien, mi pecosa. —Pasa una mano por mi coronilla.

Cuando entramos a su habitación, él va a su vestidor saca una toalla y sus cosas personales va a darse una ducha.

Me acuesto en su cama y me envuelvo en su sábana. Tengo curiosidad de saber cómo será un encuentro con Isabel Besnier. Ella fue capaz de matar al padre de mi novio, yo ahora siento un poco de temor por mi vida. No le puedo decir nada a Ignacio, porque desde que llegué no puedo ni nombrar a su madre porque él se pone a la defensiva.

Enciendo el televisor... Que horrible, ¿por qué todos los canales, tienen que estar en francés?, porque estás en Francia responde la voz de mi conciencia. Paso varios canales hasta que conseguí uno en inglés. Están pasando un programa de los cantantes BTS, me emociono de solo verlos. Ceci se muere por todos ellos, a mí me encanta es Jin. Unos minutos después mi novio se acerca, su cabello luce húmedo, lleva puesto un pijama color gris de seda. Levanta la cobija y se acuesta a mi lado. Yo estoy sentada con mi espalda pegada del espaldar de la cama y con el control del televisor en la mano.

—Ven, pecosa, quiero abrazarte.

—¡Ya va que estoy viendo un programa de BTS!, tú, sabes... que se me bajan las bragas por ellos —digo jugando para molestarlo.

—Vuelve a decir eso y vas a tener que dormir en la entrada de la mansión —advierte serio.

—¡Ay! ¡Pero usted si es celoso, señor Darcy! —le digo apretando un poco su mejilla con mis dedos.