Eres Mia (Completa)

36 La graduación

Camila

Mi despertador suena, son las cinco de la mañana. Me levanto más temprano es que se acabó la espera, hoy llegó el día...

¡¡De mi graduación!!

Estoy súper emocionada, cuando me levanto me miro al espejo, estoy despeinada y un poco más delgada.

Mi madre me dio un obsequio de graduación ayer, me regaló una laptop la que tenía ya me estaba fallando.

¡Así que empezaré la universidad con
laptop nueva!

No sé cómo va a ser mi vida de estudiante universitaria, espero que sea igual de bien que en la preparatoria. Lo bueno es que voy a ver a Eliot y a Bradley más seguido. Y como no querer verlos, sí me la llevo también con ellos, el rubio de ojos verdes es tan bromista, el de ojos azules es caballeroso e intelectual. Espero que cuando eso suceda ya mi Darcy haya vuelto a los Estados Unidos.

Por cierto, mi tía Ruth me llamó para felicitarme hace días, ella era hermana de mi padre. Es enfermera y el día que mi madre la fue a visitar le dio un sobre de dinero para mí, es para ayudarme con los gastos de mi universidad.

Mi mamá se coloca un vestido blanco de puntitas negras, está tan contenta se ve que no le cabe en el pecho el orgullo. Yo la maquillé le puse un maquillaje suave.

La verdad no sé mucho de maquillar así que me vi varios tutoriales anoche, para no embarrarla.
Después voy a darme una ducha, me coloco mi lindo vestido blanco y los tacones plateados. Me hago unas ondas en el cabello, me aplico maquillaje, solo un poco de polvo, rubor y un labial rosa.

—Hija, apúrate el señor Diego nos está esperando —expresa tocando la puerta.

—Ya voy, mamá.

—Yo ya estoy lista desde hace rato y tú, todavía allá adentro —se queja.

Si claro ella está lista porque yo la ayude arreglarse y a maquillarse. Después fue que comencé arreglarme yo. En resumen, sé que solo está un poco nerviosa o estresada me limito a responder:

—Está bien, mamá. Ya voy. —Recojo mi pequeña cartera y salgo del dormitorio, voy caminando con mi madre hacia la salida.

...

—¡Qué bellas están! —exclama el chófer de la mansión, pero mirando a mi madre.

Ella le da una sonrisa. Yo creo que a mi mamá le gusta el señor Diego. Ya han pasado diez años desde la muerte de mi papá. Mi madre debería darse una oportunidad con alguien y él es un buen hombre. Creo que lleva cortejándola desde que comenzamos a vivir aquí..., conmigo también es muy noble.

Llegamos a la graduación, me coloco mi toga y mi birrete, encima de mi vestido. Hay muchas chicas afuera esperando vestidas igual.
No veo a Ceci, hay muchos carros estacionados afuera, me imagino que es porque no caben en el estacionamiento de la preparatoria.

Hasta que me tapan los ojos, las manos tiene un olor a cítricos y dulce.

—¡Sé quién eres! —No me suelta
—. Eres la Mona Lisa —bromeo.

—Tonta, no soy la Mona Lisa —habla dándome una suave palmada por el hombro. Me volteo nos miramos con cara de felicidad y nos abrazamos.

—¡Somos libre! —exclama Ceci.

La suelto, porque miro a sus padres cerca de ella y me acerco. La madre de Ceci me abraza y luego me acerco a su padre y estrechamos las manos.
Mi madre abraza a mi mejor amiga, es que también la quiere como a una hija, porque la conoce desde que estábamos en la escuela.