El ascensor se abre y atravesamos otra vez las puertas acristaladas de las oficinas de M&S. Chad camina a mi lado sin decir una sola palabra, ya que el humor que cargo esta mañana es sombrío y podría matar a alguien con tan solo dirigirle la mirada.
Hemos desayunado en el apartamento para no tener que levantarnos tan pronto, aun así, no he sido previsora con la hora y ya vamos con retraso.
Me la suda.
Después de haber sido víctima de la indiferencia de Francesco el sábado y haberlo visto flirtear descaradamente con la camarera de la discoteca —la que muy probablemente se haya llevado a la cama para acabar la noche—, ha perdido todo mi respeto.
Una vez frente a la recepcionista, esta nos acompaña a la sala de juntas. El primero en ponerse de pie es el susodicho, quien me atraviesa con su mirada acusadora mientras golpetea con el dedo en su reloj de pulsera.
—Llegáis tarde.
—Buenos días —me limito a saludar como si nada y su cara de estupor es mayúscula.
—Buongiorno —responde Lorenzo Spaggiari sin entender el porqué de esta tensión entre ambos.
—Taissa. —Francesco apoya las manos sobre la misma mesa donde me lo montaría con él si no fuera el chico que me rompió el corazón. El muy truhan se ha puesto un traje escandalosamente caro, se ha peinado los mechones hacia arriba y se ha perfumado a conciencia.
¡Maldito sea!
—¿Sí?
—Llegas tarde —repite y mi sonrisa sarcástica le hace saber que no estoy para regaños. Como me provoque, me lanzo encima de él y no respondo de mí.
Algo debe advertir en mi manera de enfrentarlo, que lo obliga a enderezarse y sentarse, cogiendo unas carpetas que se limita a repartir a cada uno de nosotros.
Chad y Lorenzo se comportan como meros espectadores de una escena que bien podría ser sacada de una película de suspense. Resulta cómico cómo dos personas, tan diametralmente opuestas como ellos, pueden encajar tan bien compartiendo espacio.
Abro el fichero en la primera página, evitando por todos los medios mirar a Francesco, y me encuentro con un resumen de las campañas de publicidad que la firma ha desarrollado años anteriores.
—Sabemos que habéis leído el dosier que os hicimos llegar por medio de Julia, sin embargo, hemos creído conveniente entregaros este documento —interviene Lorenzo—. Aquí encontraréis datos importantes que os servirán a la hora de desarrollar la planificación de medios, entre otros aspectos.
—Tengo una pregunta —levanto la mano como si estuviésemos en el colegio y Lorenzo se ríe.
—Adelante, te escucho.
—Harley-Davidson se ha caracterizado siempre por dar una imagen muy clara a su público objetivo. El concepto de «libertad» está muy unido a la marca.
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Una Estrategia para Conquistarte
ChickLitUn viaje a Milán. Una campaña de publicidad. Un ascenso prometedor. ¿Qué podría salir mal? Taissa es experta en Marketing y trabaja para una prestigiosa agencia de Chicago. Caótica, desordenada e impulsiva, se encuentra en el punto de mira de su jef...