CAPÍTULO 35

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Hacemos nuestra aparición estelar en el salón y la sonrisa cómplice que me dedica Patrick me tranquiliza

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Hacemos nuestra aparición estelar en el salón y la sonrisa cómplice que me dedica Patrick me tranquiliza. Sé que apenas nos conocemos, que no hay absolutamente nada entre nosotros, más que una conversación en la noria que me llevó a invitarlo a cenar, aun así, me siento algo culpable de haberlo dejado en la mesa mientras yo me fui a fumar la pipa de la paz con Francesco. Lo de fumar podría entenderse de muchas formas...

En fin, que ya me entendéis.

June me hace señas, colocando su dedo en la boca y la imito, dándome cuenta de que debo tener el pintalabios hecho un cuadro. Es lo único que no me detuve a arreglar, ya que por lo menos tuve la decencia de lavarme y arreglarme el pelo para que no parezca que me ha pasado un tifón por encima.

El huracán llamado Francesco Moretti ha llegado a mi vida para ponerla patas arriba una vez más.

Sí, señores.

¿Qué es eso de que va a emprender algo nuevo? Cuando me dijo que había vendido su parte de la empresa y que empezaría de cero, casi me da un infarto. Entendedme que dude, Cesco es un hombre muy metódico y se piensa mucho las cosas, jamás lo hace por impulso, por lo que deduzco que es una decisión muy meditada.

Chad nos indica que ya han colocado una silla extra en la mesa, además de un plato, cubiertos y una copa, así que no nos queda más remedio que aceptar la invitación. Nuestras manos entrelazadas descubren la evidencia y mi amigo está feliz de que todo se haya arreglado entre nosotros.

—Bienvenido a Chicago —le dice a Cesco y este le tiende la mano con alegría.

—Gracias, Chad. Me alegra verte de nuevo.

—A June ya la conoces —aclaro señalándola y él le dedica un saludo con la cabeza—. Ella es Selena, compañera de trabajo y pareja de Chad.

—Encantado, Selena. —Ella corresponde a su saludo con una sonrisa tontorrona.

Sí... ¡Que sí! Escuchar hablar a Francesco con ese acento tan bonito y esa cara de rompebragas, deja a cualquiera atontada.

—Yo soy Mark, el novio de June. —El moreno da un paso al frente y Cesco le da un apretón cariñoso.

—Y yo Patrick, es un placer conocerte —acota con camaradería—. Soy prácticamente un desconocido, pero este magnífico grupo ha tenido la amabilidad de invitarme a cenar.

—Encantado también, Patrick.

June me observa de reojo y me guiña un ojo, por lo que no tardo en guiar a Francesco hacia su sitio y sentarme justo en medio de los dos adonis que me secundan. Antes de hacerlo y de pasar por su lado, June me coge del brazo y susurra en mi oído:

—Te veo muy bien acompañada esta noche, pero arréglate esos labios que tus pintas de recién follada te delatan.

Río para mis adentros y me suelto de su agarre, abriendo muy grandes los ojos para que se calle de una puta vez. Cuando se lo propone, suele ser un grano en el culo.

Una Estrategia para ConquistarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora